Estaba claro que una apuesta tan pobre no podía tener demasiado recorrido en las salas de todo el planeta. Morbius, el temible villano de las viñetas de Spider-Man aterrizaba en las salas de cine de todo el planeta con el rostro de un Jared Leto que prometía hacer saltar la banca. Sin embargo, las cosas se han torcido gravemente.
Tras un estreno precedido de una masacre por parte de la prensa especializada, parecía que el público respondía moderadamente gracias a la expectación generada durante los dos años en los que se retrasaba el lanzamiento de la película. Sin embargo, lo de la segunda semana en cartel de Morbius resultaba un desastre en toda regla. Con una caída del 74 % respecto al fin de semana de su estreno, el filme se convertía en la película de superhéroes con una la caída en taquilla más brutal de la historia. Y es que el público se daba cuenta también de que la cinta no había por dónde cogerla.
Morbius se dejaba 80 en la producción y otros 50 en distribución y publicidad. A eso había que sumarle casi otros 20 millones en pérdidas por los meses de retraso del estreno de la película. Pues bien, a día de hoy la cinta termina su vida comercial con unos tristes 161 millones de dólares recaudados. Teniendo en cuenta que la estimación para empezar a generar beneficios era superior a 300 millones, el palo para Sony es enorme.