Extremadamente violentas, con un elevado contenido sexual, religiosamente controvertidas, moralmente cuestionable… Estos argumentos y muchos otros han llevado a lo largo de la historia a prohibir multitud de cintas en distintos lugares de la geografía mundial. Incomprensible en la mayoría de los casos, la larga sombra de la censura ha cubierto a cintas de lo más ilustres. Cada sociedad es un mundo y los umbrales de dolor mutan. Solo así se puede explicar que Mikey siga censurada en Gran Bretaña a día de hoy.
Mikey, un niño de 7 años, esconde la mente más terrible y diabólica jamás conocida. Él ha deambulado de hogar en hogar donde cada familia adoptiva sufre mortales accidentes. Ahora está con Rachel y Neil, una joven pareja que durante cinco años ha tratado en vano de tener hijos; pero que ven en Mikey su sueño realizado, aunque pronto sus sueños se convertirán en las peores pesadillas.
Era el año 1992 cuando Mikey veía la luz. La cinta no era ninguna joya y tampoco demasiado agradable, pero en Gran Bretaña consideraron inaceptable su propuesta. No fue el único lugar. El hecho de que un niño de 7 años mate y torture sistemáticamente provocó que la cinta se censurase en innumerables países, pero lo más llamativo es que en Gran Bretaña sigue siendo un filme prohibido a día de hoy.
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