La “resurrección” más grande de la historia de cine

Todos los que la hemos conocido estamos irremediablemente marcados por ella. La década de los 80 marcaba un antes y un después en la concepción del cine. “Los Cazafantasmas”, “El Imperio Contraataca”, “Indiana Jones”, “Los Goonies”, “Terminator”, “E.T.”… Decenas de películas con una concepción del cine como romántico y emocionante espectáculo que se han convertido hoy en imprescindibles para cualquier cinéfilo. En aquellos tiempos comenzaban a despuntar un actor de Pensylvania y su particular sonrisa. Se llamaba Michael Keaton y había unido sus fuerzas a las de un tipo de peinado imposible llamado Tim Burton. Mucho ha llovido desde entonces, pero los viejos rockeros nunca mueren…

Beetlejuice” se convertía en todo un éxito. La oscura comedia que Burton facturaba allá por 1988 convertía aMichael Keaton en uno de los principales valores de Hollywood. A los 37 años le llegaba su primera oportunidad a un actor que llevaba ya tiempo intentando hacerse un hueco en la industria. Lo lograría a lo grande ya que un año después le llegaba la oportunidad de enfundarse el traje del mítico Batman por vez primera en la gran pantalla.Batman” (1989) y “Batman Vuelve” (1992) convertían a Keaton en estrella. No solo eso, sino que el público adoraba al actor y, con cada nuevo filme, se ganaba más su cariño.

Jackie Brown”, “Jack Frost”, “Medidas Desesperadas”… Michael Keaton seguía enlazando papeles de éxito, pero con la llegada del nuevo milenio, todo cambiaría. Hollywood se olvidaba de una de sus estrellas al mismo ritmo que lo hacía el público. Su candidatura al Globo de Oro por el telefilme “Life from Bagdad” no era suficiente para compensar una mala racha que no hacía más que prolongarse en el tiempo. La industria se cobraba una nueva víctima entre sus filas, condenando al genial actor a papeles secundarios en producciones menores.

El regreso de “Batman”… (o “Birdman”)

Entonces llegó el año 2014. Keaton era uno de los reclamos para recuperar a otro de los iconos de los años 80 con RoboCop”. La cinta no era un éxito rotundo, pero tampoco un fracaso. Keaton daba vida al villano de la cinta en una producción de envergadura. Lo mismo ocurría con Need for Speed. El rostro del actor volvía a pasearse por la gran pantalla con soltura, pero entonces llegaba la llamada de Alejandro González Iñárritu. El director mejicano quería a Keaton para dar vida a una vieja estrella del cine de acción que intenta reinventarse varias décadas después enBirdman”. Premios y más premios para un actor que se quedaba al borde del Oscar.

La historia del cine nos ha ofrecido tantas resurrecciones artísticas, como nuevas caídas en el olvido. Lo difícil no es dar con un nuevo proyecto que te devuelva a la palestra, sino mantenerte. Sin embargo, Michael Keaton tenía claro que lo suyo no iba a terminar ahí. Un año más tarde, otra cinta protagonizada por él se hacía con el Oscar. “Spothlight” triunfaba y Keaton seguía creciendo. El Fundador venía a recordarnos su talento, mientras que en “Spider-Man: Homecoming” se hacía un hueco dentro del universo cinematográfico de Marvel. Su buitre era crema. Mientras esperamos el estreno de “American Assassin”, el actor ya prepara su reencuentro con Tim Burton en “Dumbo”. Esto es un “renacimiento” y lo demás son historias…