La audiencia castiga a “Toy Boy” y la condena definitivamente

Se veía venir el drama. Pese a las elevadas expectativas que existían alrededor de Toy Boy, estamos ya ante uno de los grandes fracasos del año. La serie de Antena 3 prometía convertirse en todo un exitazo, apostando por un erotismo poco habitual en las ficciones de cadenas generalistas. Desgraciadamente, pronto descubríamos que aquello era un desastre.

Tramas pobres, muchos personajes desacertados, algún error de casting grave y, por supuesto, una duración excesiva. Toy Boy pronto lograba que la audiencia le diese la espalda. El paladar del público es fino y ya no se acepta cualquier cosa. Con el pobre 9,5% de audiencia de su último episodio emitido se hace ya evidente que la serie no irá mucho más allá. El público soberano le ha dado la puntilla.

¿De qué va Toy Boy? Hugo Beltrán (Jesús Mosquera) es un stripper joven, guapo y despreocupado. Una madrugada se despierta en un velero, tras una noche de fiesta y excesos, al lado del cadáver quemado de un hombre. Es el marido de Macarena, su amante (Cristina Castaño), una mujer madura y poderosa con la que mantenía una tórrida relación.

Hugo no recuerda nada de lo que ocurrió la noche del crimen, pero está seguro de que él no es el asesino, sino la víctima de un montaje para inculparlo. Tras un rápido juicio es condenado a quince años de cárcel. Siete años más tarde, en la cárcel recibe la visita de Triana Marín (María Pedraza), una abogada joven que, en representación de un importante bufete, se ofrece a ayudarlo, reabrir el caso y tratar de demostrar su inocencia en un nuevo juicio.