Hace unas pocas horas se apagaba la luz de la estrella de Mickey Rooney tras casi 85 años dedicados al séptimo arte. Desde su debut con tan solo seis años hasta su último acercamiento a la gran pantalla con “The Muppets”, Rooney protagonizó la friolera de 200 largometrajes, lo que no le había restado ilusión para enrolarse en “The Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde”, en cuyo rodaje se encontraba inmerso.
Poca gente puede presumir de haberle sacado tanto partido a su vida. Además de su prolífica carrera como intérprete, Rooney optaría al Oscar en cuatro ocasiones (“Hijos de la Farándula”, “La Comedia Humana”, “Amanecer Sangriento” y “El Corcel Negro”), para llevarse el premio Honorífico en 1982. Del mismo modo, su vida personal estaría plagada de escándalos. Numerosas adicciones, así como sus ruinosas inversiones le colocarían constantemente en el ojo del huracán. Pese a ello y a sus 1,57 metros de altura, Mickey Rooney sería todo un conquistador. Con fama de vividor, pero de imponente labia, el actor se casaría hasta en ocho ocasiones, contando entre sus esposas a Ava Gardner, Betty Jane Rase, Martha Vickers, Elaine Devry, Carolyn Mitchell, Marge Lane, Carolyn Hockett y Jan Chamberlain (con la que llevaba casado 35 años).
Hasta sus últimos días, el escándalo nunca abandono al bueno de Mickey, que hace tres años obtendría una orden de alejamiento de uno de sus hijastros por presuntos malos tratos. Hoy se va la gran estrella juvenil de la Segunda Guerra Mundial. Nos deja un interprete de talento inversamente proporcional a su estatura. Mickey Rooney, el rey del escándalo se va sin hacer ruido. Buen viaje, viejo amigo.
