“Fall” es una de las experiencias más trepidantes que se pueden vivir en un cine

Fall

Fall | 2022

Un buen thriller de supervivencia siempre entra bien. Hay películas que nacen con un objetivo tan simple y complejo a la par como el de conseguir ya los espectadores se nos haga el culo Pepsi-Cola. Clavar las uñas en las butacas y soltar algún exabrupto siempre sinónimo de que la cosa va bien. Y Fall es todo eso.

Para Becky y Hunter, la vida trata de superar tus miedos y empujar tus límites. Sin embargo, después de subir hasta la cima de una torre de comunicaciones abandonada, se encuentran atrapadas y sin forma de bajar. A 600 metros del suelo y totalmente alejadas de la civilización, las chicas pondrán a prueba sus habilidades de escaladoras expertas y lucharán desesperadamente por sobrevivir aunque lo tengan todo en contra.

Con ese argumento se plantaban nuestras salas Fall, una cinta a la que se le ven las costuras en demasiadas ocasiones, pero cuya capacidad para sostenernos a base de vértigo hace que se nos olvide todo. Y es que la película de Scott Mann no deja ni un minuto para la respiración. El ajetreo interno que nos provoca cada minuto de la película hace que le perdemos las fragilidades a una cinta que vuela. No tiene tiburones, pero sí mucho de esa joya del género titulada A 47 metros. Los aguiluchos no impactan igual, pero ya os garantizamos que con Fall se pasa tan mal, como bien.