“El Experimento Belko” o el terror que se quedó en nada

James Gunn es un fenómeno. El hombre que ha convertido en canela al cine de superhéroes gracias a Guardianes de la Galaxia volvía al terror, uno de sus géneros predilectos. El autor del libreto de El amanecer de los muertos y responsable de Slither era el guionista de El Experimento Belko, una cinta que ha conseguía seducirnos con atractivo argumento y que que lograba despertar enormes expectativas entre el gran público.

Un grupo de 83 americanos expatriados que trabajan en un edificio de Sao Paulo, Brasil, se ven atrapados en su lugar de trabajo. El centro ha sido sellado al comienzo del día. Mientras una voz les hace plantearse dudas morales sobre qué hacer en situaciones límites. De hecho, las orden es la de matarse unos a otros, lo que se convierte en el caldo de cultivo ideal para lo que prometía ser una terrorífica cinta

Michael Rooker, Tony Goldwyn y Melonie Diaz eran los encargados de ponerse al frente de una cinta llamada a petarlo, pero que pagaba caro el quedarse a medio camino en unos tiempos en los que el terror luce tan potente. El Experimento Belko es, desgraciadamente, un constante “casi”. Aún así, los 90 minutos de su metraje son disfrutables si no esperas encontrar la joya que prometía ser a la vista de su argumento. Todo se sacrifica en pro de acción y sangre. Una lástima.