Cuando Chris Rock daba la bienvenida a la 88ª edición de los Premios de la Academia, nadie se esperaba que este instante de la gala fuese a convertirse en el más comentado tras varios días. En una de las noches más emocionantes que se recuerdan dada la falta de favoritos y el día que Leonardo DiCaprio lograba su ansiada estatuilla, la imagen más polémica llegaba con el Oscar al Mejor Vestuario, premio que iba a parar a las manos de Jenny Beavan or “Mad Max: Furia en la carretera”.
Ni más ni menos que 37 millones de visitas ha logrado el momento en el que la mujer caminaba hacia el escenario. El escaso entusiasmo, la ausencia de aplausos e incluso las malas miradas han provocado que uno de los principales señalados haya tenido que salir al paso.
“He aprendido mucho durante esta temporada de premios… que nunca debo cruzar mis brazos cuando estoy sentado”, declaraba un Alejandro González Iñárritu señalado por muchos tras el momento. Algo similar ocurría con la risilla burlona de Tom McCarthy, el director de “Spotlight” que también se llevaba una somanta de críticas.
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A pesar de ello, lo cierto es que Beavan no se lo ha tomado nada mal. De hecho, la mujer afirmaba que su discutida indumentaria tenía una lógica: “Me habéis visto. Soy bajita y gorda. Se me ve ridícula con un vestido. Lo que realmente llevé en los Oscar fue un homenaje a ‘Mad Max’ (un tipo de vestimenta de motorista)”. Además, la encantadora mujer excusaba la falta de aplausos sin ningún rencor: “Siendo honesta, yo no aplaudo todo el tiempo. Las manos se cansan. Estuvimos dando muchos aplausos un poco antes. Ellos no tenían por qué. No pienso mucho si no aplaudieron. Me sentí muy bien.”