Este es el salvaje tren de vida que podría llevar a la ruina a Charlie Sheen

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Hace unos años, Charlie Sheen se convertía en el centro de todos los titulares. Después de confesar en televisión que era portador del virus del Sida, muchos eran los mensajes de apoyo al intérprete, mientras la opinión pública aplaudía tan valiente actitud. Ello suponía una pequeña tregua en la sórdida existencia de un actor cuya espiral de autodestrucción parece no tener límites.

¿Qué demonios pasa con Charlie Sheen? Pues que se encuentra inmerso en una espiral de drogas y sexo absolutamente demencial. Pese a que el actor llegarba a cobrar la friolera de 1,25 millones de dólares por cada capítulo de Dos Hombres y medio, su facilidad para malgastar tan llamativa fortuna es todavía mayor que para conseguirla. Lo cierto es que Sheen lleva más de cuatro años en los que ha estado prácticamente recluido en su mansión, organizando fiestas diarias en las que suele dejarse una media de 130.000 dólares.

Lo de las fiestas es algo prácticamente diario, como lo son sus orgías con prostitutas y transexuales en las que suele dejarse unos 30.000 dólares. No faltan drogas de todo tipo en lo que sus amigos califican como “pura depravación”.

“En el garaje de su mansión hay tres guardias de seguridad, uno de ellos observa constantemente las cámaras esparcidas por toda la casa, los otros registran a los visitantes, les hacen firmar un contrato de confidencialidad y les retiran los teléfonos móviles antes de dejarles entrar en la vivienda. Todo para que no revelen los sórdidos hábitos de Charlie”, afirmaba uno de los amigos de Charlie Sheen en palabras para el Daily Mail.

Por si esto no fuese suficiente, también se ha sabido que el actor paga un plus a prostitutas que accedan a mantener relaciones sexuales sin preservativo, a pesar de su condición de seropositivo.

Así las cosas cuando parecía que no podía ir a más, Charlie Sheen ha vuelto a demostrarnos que es capaz de llevar la sordidez a niveles inimaginables.