Su nombre es sinónimo de éxito. Christopher Nolan se ha convertido en uno de esos pocos directores capaces de atraer por igual a crítica y público. El padre de joyas como Memento, Origen, la trilogía de Batman o Interestellar ha logrado que cada una de sus nuevas películas se convierta en un éxito. Claro ejemplo de ello es Dunkerque, el último trabajo del director que pudimos ver. Pero un proyecto sigue perturbando la paz de Nolan…
A finales del año 2003, Martin Scorsese unía sus fuerzas a las de Leonardo DiCaprio para filmar la sensacional El Aviador. Lo que suponía una sensacional noticia para el mundo del cine, resultaba un duro golpe para Christopher Nolan. El director acababa de terminar su guión sobre Howard Hughes en la que sería su cuarta película tras Insomnio. Jim Carrey era el actor elegido y todo estaba a punto de ponerse en marcha cuando se conoció que el proyecto de Martin Scorsese estaba mucho más avanzado. Christopher Nolan abandonaba así una película en la que había depositado todas sus ilusiones.
“Estaba como: ‘¡Joder!’. Creo que es el mejor guión que he escrito, y tuve una maravillosa experiencia escribiéndolo. Sí, fue una experiencia frustrante que la otra película se pusiera en marcha. ¿Si intentaré sacarlo adelante otra vez? No tengo ni idea. Realmente no pienso en qué es lo próximo que haré hasta que acabo del todo con lo que estoy”, afirmaba el propio Nolan. En cualquier caso, todavía sigue siendo una piedra en su zapato el no poder haber desarrollado una historia que le encantaba.