Parecía caminar de nuevo al Olimpo de los actores más rentables de Hollywood, pero el tropiezo ha sido de los que hacen época. Will Smith no solo se ha encontrado con un patinazo importante, sino que se ha encontrado con el mayor desastre de su carrera. Y es que, pese a nacer con vocación de arrasar, Géminis ha terminado siendo una de las grandes decepciones del año.
Cierto es que la decepción creativa de la sociedad formada por Will Smith y Ang Lee es de las que hacen época, pero seguro que lo que más ha escocido a todos son las enormes pérdidas de la película. Y es que después de gastarse 140 millones de dólares en rodaje y otros 70 en la distribución y publicidad de la película, el contador final de dinero de Géminis se ha quedado en 172,5 millones de dólares. ¿Qué significa esto? Que las pérdidas se cifran en alrededor de 40 millones de dólares.
Así las cosas, lo mejor parece olvidar cuanto antes que Géminis existió y que todos empiecen a pensar en nuevos objetivos.