Planes de Boda, Cómo perder a un chico en diez días, Sáhara, Novia por contrato… La filmografía de Matthew McConaughey (1969, Texas) está plagada de comedias románticas de medio pelo en los que el tejano luce palmito. Pero el bueno de Matthew se puso las pilas en los últimos tiempos y ya desde El inocente anunciaba un deseo de virar su carrera hacia papeles de prestigio.
McConaughey empezó fuerte el año con la gran Mud. Protagonizó los mejores minutos de El lobo de Wall Street, y finalmente estrenó Dallas Buyers Club. La cinta de Jean-Marc Vallée le dio la oportunidad de entregar uno de los papeles de su carrera.
Matthew es buen actor. Es capaz de meterse en la piel de un ejecutivo cachondo y colocado, un fugitivo de gran corazón y un enfermo emprendedor. Y en los tres casos es brillante. Tal vez Bruce Dern merecía un mayor reconocimiento por su fantástico papel en Nebraska, pero la cinta de Payne era demasiado pequeña para los Oscar. El tejano no olvidará 2013, el año en el que se ha convertido en un actor referencial para la industria de Hollywood. Con todo merecimiento.
Como no lo olvidará Jared Leto (1971, Lousiana). El terror de las niñas compagina su carrera de actor con su grupo de rock 30 Seconds to Mars (le preferimos como actor). Leto interpreta en Dallas Buyers Club a un travesti con SIDA. Y lo hace bien. ¿Suficiente para ganar el Oscar? No sabemos, pero el actor estadounidense ya acumula una carrera muy digna con títulos como La delgada línea roja, El Club de la lucha, American Psycho (el famoso Paul Allen), Réquiem por un sueño, o la curiosa Las vidas posibles de Mr. Nobody.
Precisamente desde que apareció hace cinco años en esa cinta de ciencia-ficción de producción belga no se había puesto delante de una cámara. Volvió para Dallas Buyers Club. Eso es saber elegir un guión…