Doce años han pasado desde que echase el cierre, pero no ha sido capaz de escapar a la fiebre del remake/reboot/secuela que está asolando a cine y televisión. Entre 1998 y 2006, una curiosa serie lograba colarse entre los grandes éxitos de la pequeña pantalla. La historia de las tres hermanas Halliwell hacía que Embrujadas se convirtiese en un auténtico fenómeno y serie de culto. Una historia que continuará muy pronto.
Pese a que el proyecto se anunciaba hace un par de años, constante problemas obligaban a la cancelación del mismo. Sin embargo, cuando parecía que el reboot de Embrujadas nunca vería la luz, todo ha dado un giro radical. La serie acaba de aterrizar en nuestros hogares y resulta ser una auténtica chufa.
Vale que la serie original no era la octava maravilla del mundo, pero tenía encanto. Sin embargo, esta nueva versión no es capaz de generar más que irrelevancia. Esta Embrujadas intenta ser moderna y arrebatadora en su feminismo o integración, pero nada de esto ocurre. De hecho, incluso luce ridículo comprobar que la ficción se lanza con mesiánica ambición. A los pocos minutos del primer capítulo, ya tenemos claro que esta Embrujadas no nos interesa nada. Se veía venir.
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