El propio Carlos Areces explica su polémica censura en los Goya

1

Después de la polvareda levantada tras conocerse que la organización no permitió a Carlos Areces entrar en la gala de los Goya, solo faltaba por conocer la versión de los hechos por boca del propio protagonista. Mucho se ha especulado con el contrato que la organización obligaba a firmar a los encargados de entregar algún premio, según el cual no podían salirse nada del guión. También del lazo naranja en defensa de los trabajadores de RTVE, pero esta es la versión real de los hechos.

Desde el año pasado, en la Academia nos hacen firmar un contrato de cesión de imagen a todos los que participamos en el acto, que incluye una cláusula que especifica que no podemos saltarnos ni una coma de aquello que hay escrito en el guión. El año pasado no lo firmé, y no ocurrió nada. Y es que yo no salgo al escenario sin reescribir el guión y hacerme míos los gags o los chistes”, Apuntaba el protagonista de “Balada Triste de Trompeta”.

2

El día del ensayo, una chica me trajo el contrato y cuando le dije que no iba a firmarlo, me dijo que debía comunicarlo a la dirección. Le dije que no había problema, pero que me llamaran si mi negativa comportaba algún cambio. Al día siguiente un taxi me vino a recoger para llevarme a la gala. Cuando estaba a punto de salir a la alfombra roja, Emiliano Otegui me dijo que era imperativo que firmara el contrato pues desde TVE se lo exigían. Le dije que no podía hacerlo y decidimos que lo mejor era que no entregara el premio. Los entregantes seguimos la ceremonia desde el backstage. Además, yo tenía que escribir desde allí una crónica para la Revista de la Academia. Así que había cedido mis asientos en el patio de butacas a otras personas. Pero Otegui me dijo que si no iba a entregar un premio, no podía estar en el backstage. Así que mi acompañante y yo nos quedamos sin sitio en la ceremonia. Pedí que me pusieran un taxi para regresar a casa y ahí sí que fueron muy diligentes, pues a los diez minutos ya estaba en la puerta”, explicaba Areces no sin cierta ironía.

Hasta donde yo sé, y aunque he leído lo contrario, lo del lazo no tuvo nada que ver. Pero también es cierto que de toda la gente que no había firmado ese papel, al único que se persiguió para que lo hiciera justo antes de la ceremonia fue a mí. ¿Qué quieren que piense?”, finalizaba un Carlos Areces que todavía tuvo tiempo para explicar lo que hizo al irse de la gala: “Pues, vestidos de etiqueta, mi acompañante y yo nos fuimos al cine a ver ‘Tusk’ la última película de Kevin Smith. Cambiamos una película de terror por otra”.