Ni se sabe cuánto tiempo llevamos esperando la llegada de X-Men: Fénix Oscura. Pese a que la cinta debería haberse estrenado hace unos cuantos meses, lo cierto es que sucesivos retrasos y problemas de producción terminaban empujando al filme a un estreno en junio de este 2019. Larga espera para los fans y serios problemas los que se presentan.
La realidad es que la compra de Fox por parte de Disney se alargó mucho más de la cuenta, provocando que la cinta se detuviese a la espera de indicaciones de la compañía del ratón para incluir detalles que sirviesen de transición al universo cinematográfico de Marvel. Así, entre retrasos, modificaciones y varios reshoots, el coste total del rodaje ha terminado disparándose más allá de los 200 millones de dólares.
Así las cosas, X-Men: Fénix Oscura se ha convertido en la película más cara de toda la saga mutante y una de las más caras de la historia del cine. Con semejante inversión, el exitazo en la taquilla (que no tuvo la anterior entrega) se hace imprescindible.
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