Algo tiene John Cusack. El genial actor lleva décadas consiguiendo datar de su peculiar personalidad cada papel que le cae entre manos. Es de esos tipos que no siempre aciertan, pero que siempre pueden sorprendernos con un filme de lo más interesante. Balas sobre Broadway, Alta fidelidad, El jurado, Cómo ser John Malkovich, Medianoche en el jardín del bien y del mal… De hecho, su imagen con el radiocassette en Un gran amor es de las más emblemáticas de la historia del cine.
Efectivamente, ya os comentábamos que también tiene unas cuantas películas mala, pero hay una que le resultó molesta incluso a él. De hecho, no pudo evitar levantarse y marcharse del estreno de una de sus cintas. Más vale muerto terminaba con su paciencia, de modo que abandonaba el cine pronunciando un contundente “esto es lo peor que he visto en mi vida“.
Una vez que su novia le abandona por un esquiador palurdo, Lane decide que el suicidio es su única salida. Pero sus intentonas serán cada vez más fallidas, trayéndole sólo más angustia y desconcierto… ese era el argumento de la cinta de 1985 de la que el bueno de John Cusack no guarda un buen recuerdo