El actor despedido como Aragorn el primer día de rodaje de “El Señor de los Anillos”

Era la gran oportunidad de su vida. A las puertas del año 2000, un proyecto empezaba a generar comentarios dentro de la industria. El osado director neozelandés Peter Jackson tenía luz verde para comenzar el desarrollo de la adaptación cinematográfica de El Señor de los Anillos. La venerada obra de J.R.R. Tolkien sería reproducción como pocas se habían visto hasta el momento. Así, muchos actores empezaban a darse de tortas por los papeles principales.

Por aquel entonces, un joven intérprete llamado Stuart Townsend empezaba a despuntar. No tenía ni 30 años cuando Peter Jackson le elegía como el Aragorn de El Señor de los Anillos. Papeles más golosos de la trilogía iba a parar a manos de Townsend. El espaldarazo definitivo para su carrera. Al menos eso es lo que parecía.

Todos se preparaban durante varios meses. Los miembros del reparto de El Señor de los Anillos se sometían, entre otras cosas, a un proceso de entrenamiento para las escenas de acción y luchas con espadas. El rodaje daba comienzo y Stuart Townsend arrancaba con una ilustre escena de la película. El actor se metía por vez primera en la piel de Aragorn en la secuencia de La Comunidad del Anillo en la que se enfrentaba a los Nazgul en la Cima de los Vientos. Poco podía pensar que iba a ser también la última vez que diese vida al personaje.

“Me pasé como meses preparándome para el papel y, de repente, el mismo día en el que empieza el rodaje, me echan sin indemnización. Lo que decían era que yo había incumplido el contrato por trabajar demasiado poco. Luego resulta que le dieron el papel a un actor 20 años mayor que yo (Viggo Mortensen) que tuvo un par de días para trabajar el personaje”, confesaba un molesto Stuart Townsend al hablar de aquellos días.

Sea como fuere, la realidad pues que Stuart Townsend veía como se le escapaba la mayor oportunidad profesional de su carrera. Sorprendentemente, a pesar del poco tiempo para preparar a su papel, Viggo Mortensen se incorporaba a El Señor de los Anillos y nos dejaba un Aragorn para la historia. La fina línea entre el éxito y el fracaso.