¿Por qué Demi Moore no levanta cabeza?

Demi Moore tenía todo lo que se podía pedir. Era guapa, tenía éxito y estaba casada con el jodido John McClane (Bruce Willis). El público comía de su mano gracias a papeles como el de Ghost, Algunos hombres buenos o Una proposición indecente. Los últimos años de los 80 y la década de los 90 eran para una estrella que no podía brillar más. Fue entonces cuando Demi sintió la irrefrenable necesidad de dar un paso más allá en su carrera, buscando el reconocimiento de la crítica a base de premios. El problema es que eligió el proyecto menos adecuado…

Tenía que darlo todo y el papel que Andrew Bergman le ofreció parecía estar escrito a su medida. La abnegada madre soltera que se hace bailarina de striptease (Striptease, 1996) era justo lo que estaba buscando. El desastre fue solemne. Lejos de los objetivos de grandeza de la actriz, la cinta resultó una de las peores películas de la década. Demi Moore se había entregado en cuerpo y alma al papel. Nunca logró superar aquel fracaso. Crítica y público tampoco la perdonaron y el éxito abandonó a la actriz para siempre.

Desde Spriptease, la actriz se encontraba con la sorpresa de que su teléfono sonaba sólo cuatro veces en los siguientes seis años. Su nombre desaparecía hasta el año 2001, cuando pareció protagonizar una de esas resurrecciones que tanto gustan en Hollywood. Bobby, Un plan brillante y Mr. Brooks parecían reencauzar su carrera, pero sólo servía para firmar papeles poco relevantes en cintas menores hasta plantarse en la actualidad.

A día de hoy, Demi Moore sigue trabajando e intentando volver a lo más alto. A sus 58 años, sorprende que la otrora gran estrella lleve dos décadas bagando por el desierto. De hecho, no es menos llamativo pensar que su carrera quedó herida de muerte cuando sólo tenía 34. Una pena…

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  1. Mely mayo 22, 2017