Del odio de “Crepúsculo” al respeto generalizado: Stewart y Pattinson nos enseñan a gestionar bien una carrera

Eran el centro de las iras y burlas por parte de enormes sectores de cinéfilos. Las películas de la saga Crepúsculo suponían un descomunal éxito de taquilla gracias al público adolescente, pero parecía dejar heridas de muerte las carreras de sus dos grandes protagonistas. Pese a haber dado muestras de su talento con anterioridad gracias a sus precoces carreras, lo cierto es que parecía que Bella y Edward iban a perseguirlos de por vida.

La expresión de perpetuo aburrimiento de Kristen Stewart no hacía más que generar el rechazo de los fans. La losa de años en Crepúsculo resultaba demasiado pesada. Sin embargo, la joven actriz tenía bien claro el perfil de películas que le atraían. Así, pequeños proyectos comenzaban a inundar su filmografía. Apuestas por personajes interesantes y filmes inteligentes provocaba que Viaje a Sils Maria, Siempre Alice, Camp X-Ray, Certain Women, Café Society o Personal Shopper fuesen pasos más que audaces en su carrera. Así, a día de hoy, el recuerdo de Crepúsculo se antoja demasiado lejano, logrando una absoluta reconversión de carrera en poco más de 4 años.

Tres cuartos de lo mismo ha ocurrido con Robert Pattinson. Terminada su andadura por Crepúsculo, el actor no tardaba en darse cuenta de que no podía dar ni un paso en falso si es que quería salvar su carrera. The Rover, Maps to the Stars, Life o Z. La ciudad perdida mostraban un camino similar al de Stewart. De hecho, su papel en Good Time acaparaba elogios a mansalva. Grandes directores como David Cronenberg, Werner Herzog, Anton Corbijn o James Gray no pueden estar equivocados. Robert Pattinson tiene un futuro imponente ante sí.