“Déjame Salir” se converte en la gran favorita de cara a los Oscar

Parece que la locura con la que terminó la pasada edición de los Oscar sigue coleando. A estas alturas de diciembre, lo normal era tener una gran favorita de cara a alzarse con el Premio de la Academia. Sin embargo, este año se ha convertido en una auténtica montaña rusa. Las grandes aspirantes suben y bajan en las quinielas de forma sorprendente. Aguas revueltas en una temporada de premios en la que Déjame salir está consiguiendo un cuerpo de ventaja respecto a sus competidoras.

Premio de la Crítica de Atlanta, de la Crítica Online de Nueva York, de la Crítica de Philadelphia, de Atlanta… A estas alturas, la sensacional y sorprendente película es la que más galardones acumula, pero también la que más candidaturas suma en todos los certámenes que todavía no han hecho oficiales sus resultados. Así, lo que pareía una irrupción anecdótica en la temporada de premios, va camino de convertirse en la rival a batir.

Un joven afroamericano visita a la familia de su novia blanca, un matrimonio adinerado. Para Chris (Daniel Kaluuya) y su novia Rose (Allison Williams) ha llegado el momento de conocer a los futuros suegros, por lo que ella le invita a pasar un fin de semana en el campo con sus padres, Missy (Catherine Keener) y Dean (Bradley Whitford). Al principio, Chris piensa que el comportamiento “demasiado” complaciente de los padres se debe a su nerviosismo por la relación interracial de su hija, pero a medida que pasan las horas, una serie de descubrimientos cada vez más inquietantes le llevan a descubrir una verdad inimaginable.