Crítica y público masacran a la serie más ambiciosa del año en HBO Max

Se plantaban nuestras vidas con la intención de hacer saltar todo por los aires, pero lo único que ha conseguido es llevarse guantazos por doquier. Lo sería filos teníamos marcada el rojo la fecha del 5 de junio. Ese era el día elegido por HBO Max para el estreno de The Idol, la nueva creación de Sam Levinson, el responsable de Euphoria. Una serie de apariencia controvertida, que ha quedado en decepción.

El panorama presentado por The Idol no sonaba mal en un principio. La serie nos acerca a una cantante de pop que se involucra sentimentalmente con el dueño de un club de Los Ángeles que resulta ser el líder de un culto secreto. El problema es que la premisa se pone al servicio de un espectáculo sórdido, efectista, carente de un fondo adecuado y, para colmo, terriblemente aburrido. Una serie fallida en todos sus aspectos.

¿Qué es lo peor de The Idol? Que a pesar de revestirse de un envoltorio aparentemente moderno, se trata de una serie sexista y rancia a niveles que no se pueden explicar. Ni los esfuerzos de Lily-Rose Depp (hija de Johnny Depp y Vanessa Paradise) y Abel “The Weeknd” Tesfaye sirven para que la ficción televisiva se salve de la quema. Crítica y público ya le han dado la espalda a la que se presentaba como la serie más ambiciosa de lo que queda del año en HBO Max. Desastre.