Crítica de “Emergo”

Emergo” (o “Apartament 143”) fue presentada en la edición del 2011 de Sitges y hasta el viernes pasado no se ha estrenado en las carteleras de España. Se presentó como la opción más terrorífica del fin de semana, aunque teniendo en cuenta que tenía que competir contra estrenos como “Iron-Man 3” o la otra española a la que se le ha dado mucho bombo, “Combustión”, está claro que ha pasado muy desapercibida. Pero no para mí. No, no. Yo me arriesgué. En cuanto supe que el guión corría a cargo de Rodrigo Cortés, no podía negarle una oportunidad, pese a que en cualquiera de los tráilers disponibles ya se podía oler cierto tufo.

Carles Torrens firma “Emergo” como director debutante en los largometrajes y supongo que eso le pasa factura a la película, aunque no es enteramente su culpa que sea un aborto dentro del género. “Emergo” solo puede funcionar en un mundo donde los espectadores no estén saturados de cintas horribles como “Paranormal Activity“, no hayan visto jamás “Insidious” o ni siquiera sepan qué es “Poltergeist” porque no aporta nada nuevo y acaba siendo una pérdida de tiempo excepto si te gustan los sustos o si utilizas las películas de terror para meter miedo a tu asustadiza novia. O novio.

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“Emergo” ha sido rodada en inglés (es más internacional y se supone que llega a más público, pero, en este caso, ¿era necesario?) y en formato de falso documental. Un grupo de científicos paranormales (el jefe, el gracioso y la “secretaria”) acuden a la llamada desesperada de un padre de familia que asegura que en su casa ocurren cosas. Es un viudo con dos hijos, una adolescente rebelde que lo acusa de la muerte de su madre y un pequeño que no se cosca de nada.

Las actuaciones son forzadas y pesadas. Kai Lennox, el padre, no es una cara desconocida. Lleva mucho tiempo haciendo de secundario en multitud de películas, así que supongo que habrá tomado “Emergo” como una oportunidad para lucirse. Nada más lejos. Quizá a causa de una dirección poco entrenada, Lennox daba la sensación de ser un pez boqueante en vez de un padre desorientado. Gia Mantegna, la hija, tiene el talento de la belleza juvenil, pero, por ahora, no va más allá. En esta película no ha demostrado unas capacidades impresionantes, a pesar de que su papel, diría, daba para meter unos cuantos matices. Los niños en el cine no siempre quedan bien y este es el ejemplo de Damian Roman, que es adorable, pero no así el crío que interpreta: es el chivo expiatorio, por llamarlo así, a la hora de explicar los sofisticados y complicadísimos aparatos que los científicos paranormales llevan encima. Al niño le importa tres cuernos, pero ellos insisten: “Benny, esto mide tal cosa”, “Benny, con esta luz podemos ver tal cosa”, “Benny, ¿quieres darle al botón?”. Me figuro que es una táctica que hacer partícipe al público de los instrumentos de investigación, ¡pero es horrible que te traten como a un niño de cuatro años!

Aunque las explicaciones no acaban ahí. Se ha puesto muy de moda concretar, precisar y definir los fenómenos paranormales dentro del cine. Es un crimen confundir un fantasma con una aparición o con un espectro porque eso es muy importante cuando en tu casa pasan cosas extrañas. No es una crítica a “Emergo“, porque es una moda que se extiende a casi todas las películas de este estilo que han aparecido en los últimos años, pero ya cansa que todas sigan el mismo patrón. Así pues, asistimos a una clase práctica y a otra teórica que la refuerce para que el terror pueda tener cierto fundamento.

¿No sería más interesante, de aquí a las próximas producciones, dejar que el miedo hable por sí solo, que no se explique, que solo se muestre? De momento, esto no es lo que tenemos en “Emergo” y como todo ha sido negativo en esta crítica hasta ahora, intentaré romper una lanza a su favor y nombrar alguna cualidad que no la mande directamente al rincón de las porquerías: … … … 

Lo siento. Soy incapaz de hacerlo. Aunque hayan intentado aderezar el drama de los sucesos paranormales con más drama familiar e intriga de quién provoca los fenómenos, es horrible. Cliché por cliché, la cinta se quema. Mi recomendación es que no perdáis el tiempo si os gusta el género porque no trae nada nuevo. Es un refrito de películas más que vistas y asimiladas.

Rodrigo Cortés, ¿qué pasa contigo? ¿fue el primer guión que escribiste y lo tenías en un cajón?

8 Comments

  1. Anónimo abril 29, 2013
  2. andres abril 30, 2013
  3. andrea abril 30, 2013
  4. emilio abril 30, 2013
  5. ani abril 30, 2013
  6. conchi abril 30, 2013
  7. zequi mayo 19, 2013
  8. gunge diciembre 28, 2015