Crítica: “Chappie”

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Nota: 6

El día va de grandes directores con obras menores. La misma jornada que llega a nuestras salas el “Puro Vicio” de Paul Thomas Anderson, el aspirante al título de maestro de la ciencia ficción, Neill Blomkamp, nos ofrece un tercer largometraje difícilmente clasificable. Antes de ponerse al frente de la que será la quinta entrega de la saga “Alien”, el director sudafricano nos lleva de nuevo a su país natal para presentarnos la historia de “Chappie”, el primer robot con sentimientos.

Apostando nuevamente por un futuro distópico, el hombre que sorprendió al mundo entero con el “apartheid alienígena” de “Distrito 9” se la juega todo a una cinta arriesgada y dificilmente clasificable. El primer objetivo para ello es el de conseguir un robot con el que todos podamos empatizar, lo cual consigue gracias a la magnífica interpretación sin rostro del genial Sharlto Copley. Conseguido nuestro amor por Chappie, Blomkamp tiene una importante parte del trabajo ya hecha.

6

Llegados a este punto, es el momento de decidir lo que quiere ser de mayor. ¿Una película de acción?¿Una comedia?¿Sátira?¿Drama?… Ahí es donde “Chappie” se tambalea. Perdida en una extraña mezcla de géneros, la cinta parece convertirse 7en la unión de fragmentos de varias películas diferentes. Pese a abrir varios puntos interesantes de pensamiento, parece que Blomkamp quiere abarcar demasiado entre las manos, hasta el punto de que, por momentos, no es capaz de sostener el conjunto.

Plantear a un ser humano como creador y figura divina no carece de interés. De hecho, entre explosiones y persecuciones el director se toma su tiempo para darle un sonoro bofetón a Descartes tomando la metalizada mano de Chappie y la liberal “tabula rasa” de John Locke. Demasiadas cosas para un par de horas. Si a ello le añades las partituras de un Hans Zimmer, que parece fuera de control desde hace varias películas, el aturdimiento alcanza cotas interesantes en varios momentos del filme.

LAS DIEZ

A pesar de todo ello, “Chappie” es una cinta entretenida. Muy mal se te tiene que dar para juntar a Hugh Jackman, Sigourney Weaver y un puñado de robots y aburrir al personal. Blomkamp conserva un pulso con la cámara y una puesta en escena que convierten a sus obras en experiencias profundamente orgánicas. No es poco decir. Entristece pensar que “Chappie” podría haber sido una pieza fundamental dentro de la filmografía del director, pero bienvenida sea la película si sirve para que Neill Blomkamp aprenda a focalizar mejor sus ideas en el soñado regreso de la saga “Alien”.

Héctor Fernandez Cachón

@HectorFCachontwitter3