Clint Eastwood debería vivir mil años y “Mula” es la enésima prueba

El ser humano es una máquina terriblemente imperfecta. No se explica de otra forma que tipos como Clint Eastwood terminen por acabarse. Si hubiese un poco de justicia, el maestro viviría mil años. Y es que poca gente ha aportado tantísimo a ese amor nuestro llamado “cine” como este señor de mirada imponente y de caminar rudo.

Son décadas derrochando carisma ante la gran pantalla y un talento fuera de lo normal detrás de ella. Ponerse a enumerar obras maestras con su sello en cualquier vertiente se antoja innecesario. Eso sí, no se puede dejar pasar la oportunidad de decir que, después de todo este tiempo, cuando parece que baja su nivel, siempre nos cierra la boca con películas tan maravillosas como la reciente Mula.

Earl Stone (Clint Eastwood) está destruido. El veterano de la Segunda Guerra Mundial es hoy un tipo solitario y que no se ha portado como debería con su familia. Además, los problemas económicos están a punto de provocar que pierda su negocio. Sin embargo, una opción se abrirá ante sus narices: Meter droga en Estados Unidos desde México.

Ya no contábamos con volver a verle en pantalla. Mula ha sido un regalo que huele a despedida. Una de esas cintas que no necesita ganar media docena de Oscars para convertirse en obra imprescindible, como ya ocurriese con Gran Torino. El trabajo del viejo Clint es, nuevamente, una demostración de que siempre ha sido mucho más actor de lo que algunos piensan. Roza los noventa y puede que no volvamos a encontrarnos con él ante las cámaras, pero ya podéis apostar a que todavía le queda algún peliculón como director. Clint Eastwood debería vivir mil años.

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  1. Pedro marzo 19, 2019