“Bone Tomahawk”, el western de terror gore del que no se habló lo suficiente

Hoy nos damos un paseo por esas cintas de terror que se quedaron sin la merecida relevancia. Y es que, pese a que después de ver una hora de Bone Tomahawk puede parecer que la afirmación es arriesgada, damos fe de que la cosa se pone más que terrorífica.

S. Craig Zahler siempre ha sido un tipo de letras. A lo largo de su vida, no han sido pocos los guiones que vendía a Hollywood para ver como su trabajo terminaba en cajones de escritorios o preocupántemente desaprovechados. Esa la principal razon por la que el tipo decidía liarse la manta a la cabeza y ponerse tras las cámaras para filmar un western de los buenos. Encima, el bueno de Zahler se la jugaba al darle unos interesantes toques de terror a la cosa. ¿Con qué resultado? Pues con el éxito de haber firmado uno de los trabajos más atractivos de los últimos año.

A la localidad de Bright Hope llega un forastero que rápidamente despierta las sospechas del sheriff (Kurt Russell), que termina por arrestarlo tras una disputa. Una mujer (Lili Simmons) decide cuidar del preso, pero una noche ambos desaparecen. Siguiendo la única pista que tiene, una flecha de una tribu caníbal, el sheriff buscará a la joven con la ayuda de algunos hombres, entre ellos un vaquero (Patrick Wilson) y un anciano (Richard Jenkins). La que está a punto de liarse no es pequeña…

Con esa premisa arranca una de esas historias que solo podría contar quien ha explorado las sendas más ocultas de la narrativa. Una ópera prima en la que se apuesta por los elementos más puros del western, pero en la que no faltan riesgos. El terror y cierto punto de gore aderezan un filme en el que la comedia también encuentra su lugar. Todo ello coronado con unos sensacionales actores entre los que destaca ese viejo rockero que es Kurt Russell y el siempre correcto, Patrick Wilson. Mención especial se gana Richard Jenkins. Este señor es una de las personas que dignifican la profesión de intérprete. Lleva décadas trabajando con una dedicación y un entusiasmo que logran atravesar la pantalla. En sus manos siempre caen papeles secundarios, pero un personaje en manos de Jenkins siempre está a salvo. Muy loca y muy gore. Así es la inclasificable Bone Tomahawk.