Los destinos de tres personas se entrecruzan en la batalla de Teutoburgo en el año 9 d. C., en la que los guerreros germanos frenaron la expansión del Imperio Romano. Ese es el argumento de la genial Bárbaros, la serie que ha conseguido llevarnos a dos mil años atrás para colocarnos, casi por vez primera, de ese lado que no tuvo la oportunidad de contar la historia con su punto de vista.
Sin que nos diésemos cuenta, Netflix iba guisando una serie histórica, de aventuras y cargada de intrigas de esas que tanto nos gustan. Con el inevitable aroma de Vikingos, la plataforma de streaming lanzaba meses atrás una apuesta con la firma de su división alemana y que, sin ser ninguna maravilla, conseguía ganarse nuestro respeto. Y es que pocas ficciones televisivas consiguen ser tan satisfactorias como Bárbaros.
Es realmente poderosa en sus imágenes, tiene un ritmo endiablado y altas dosis de sangre. Con semejante percal, no es de extrañar que disfrutemos tan a lo bestia. La primera temporada promete ser sólo el arranque de lo que nos encontraremos. Vamos a pegarnos buenas dosis de Bárbaros durante los próximos años.