SPOILERS del final de temporada en este artículo.
Al fin pasó lo que tenía que pasar. Como todos los lectores del cómic de Robert Kirkman sabían desde un principio, la primera aparición de Negan iba a ofrecernos uno de esos momentos televisivos que dejan huella. El villano más temido de la historia de “The Walking Dead” ya llevaba tiempo sobrevolando el ambiente con su oscura sombra.Una sombra que se hacía corporea de la forma más cruel.
Muchas eran las expectativas depositadas en Jeffrey Dean Morgan y en su trabajo, pero no ha decepcionado. Tras un episodio en el que las cosas se van poniendo feas por momentos, tanto Rick como los más emblemáticos y queridos personajes de la serie quedaban al amparo de Negan y de Lucille, su bate de béisbol envuelto en alambre de espinos. Así, salvo Carol y Morgan, nuestro querido grupo de supervivientes terminaba arrodillado ante el líder de los Salvadores en una secuencia que pasará a la historia como la más tensa de la historia de la serie.
“Pito, pito, gorgorito”… Rifando qué cabeza machacar terminaba una sexta temporada en la que “The Walking Dead” volvía a reinventarse de forma feroz. De hecho, Negan y Lucille elegían a su víctima, pero el cruel momento lo vivíamos a ojos del destinatario de sus golpes. Crujido de cráneo, sangre en la pantalla y fundido a negro. ¿Quién fue el desafortunado? No lo sabremos hasta el próximo mes de octubre. Por lo pronto, lo que tenemos claro es que habrá un antes y un después de esos gloriosos diez primeros minutos en pantalla de Negan.