Actores empeñados en emborronar sus carreras (Segunda edición)

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2. Anthony Hopkins

Siempre tendrá nuestro respeto y estamos dispuestos a batirnos en duelo con cualquiera que se atreva a desprestigiar lo que Anthony Hopkins significa para el cine. El problema es que queremos más del protagonista de “El hombre elefante” o “El silencio de los corderos” y el anhelo nos cabrea realmente.

Podéis empezar a estrujar vuestros cerebros en busca de la última vez que visteis a Hopkins en un gran papel o una buena película. Un actor capaz de llegarnos al alma con su simple mirada lleva casi dos décadas actuando con una desgana absolutamente preocupante. “Trabajé durante 18 horas en Alejandro Margno. Nunca la vi. Me han dicho que no era muy buena”, afirmaba el actor en una clara muestra de su desidia.

Nada. Absolutamente nada en demasiados años. Desde “Leyendas de Pasión”, solo algún atisbo de lo que un día fue. Instantes de “Hitchcock” (Bajo demasiado látex) o su reencuentro con Hannibal Lecter en “Hannibal” podría ser lo más destacado de un hombre que nos puso la miel en los labios para quitárnoslo todo de golpe.