Son los “espíritus animales” positivos de los inversores los que están sosteniendo los mercados

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Capitalbolsa | 16 ago, 2022 17:39
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Pocos movimientos al cierre hoy de las bolsas europeas, en una nueva sesión típicamente veraniega, de escasa volatilidad, y bajo volumen negociado. Los gestores jefe están volviendo poco a poco ya de sus vacaciones, y la primera pregunta a la que tienen que contestar con sus respectivos equipos es: ¿Qué debemos esperar para lo que resta de año?

"Aunque aparentemente las Bolsas están inmersas en la calma propia del verano, con jornadas más bien anodinas y con escaso volumen de negocio, la segunda semana de agosto deja a nuestro juicio, algunas claves interesantes para interpretar lo que está pasando en los mercados y, sobre todo, para reflexionar sobre lo que puede pasar en la segunda parte del año", comentaba recientemente Juan Carlos Ureta, presidente de Renta 4 Banco. Veamos cuáles son estas claves:

Lo más llamativo de la semana sigue siendo la fortaleza de las Bolsas y la vuelta del apetito por el riesgo. Una fortaleza que ha llevado al S&P a subir un 3,3% en la semana, al Nasdaq a subir un 3,1% y al Dow Jones a subir un 3%. Además, el S&P ha superado el número mágico, los 4.231 puntos que marcan el 50% entre el máximo del 3 de enero y el mínimo de junio y el Nasdaq 100 ha subido más de un 20% desde los mínimos de junio, lo que le sitúa técnicamente en “mercado alcista”. Las restantes Bolsas han subido más moderadamente, un 1,4% el Eurostoxx y el MSCI de Bolsas emergentes en dólares, un 1,3% el Nikkei y un 1,5% el Shanghai Composite. Nuestro Ibex en esta ocasión, ha subido un 2,9% en la semana.

Son subidas notables, sobre todo teniendo en cuenta que en el caso del S&P y del Nasdaq es la cuarta semana consecutiva de alzas, y que al finalizar el primer semestre el ánimo inversor estaba bajo mínimos. A partir de ahí los inversores han celebrado, en julio, que los resultados empresariales han sido mejores de lo previsto, y están celebrando en agosto, que los datos macroeconómicos están siendo menos malos de lo que se esperaba.

En concreto, esta última semana el auténtico “game changer” ha sido la inflación americana de julio, que aun siendo alta, ha quedado por debajo de lo esperado. Gracias en parte a la caída del crudo el IPC anualizado ha subido mucho menos de lo esperado, un 8,5%, y ha sido cero respecto al mes de junio, siendo así que se esperaba un 8,7% y un 0,2% respectivamente. La inflación subyacente también subió menos de lo esperado.

El dato fue recibido con gran júbilo por los mercados, con subidas en la sesión del 2,8% para el Nasdaq y del 2,1% para el S&P, ayudados también en parte por el buen comportamiento de algunas tecnológicas como Meta Platforms, que el miércoles subió un 6% al ser añadida por Bank of America a su lista de acciones preferidas (top list). Lo curioso es que Alphabet/Google que fue quitada de esa lista también subió en la sesión, aunque solo un 3%, lo cual indica que el ánimo inversor está alto.

Pero más allá del dato de inflación y de los buenos datos macro (luego hablaremos del sentimiento del consumidor), la sensación es que son los “espíritus animales” positivos de los inversores (animal spirits) los que realmente mueven las cotizaciones al alza, dentro de ese espíritu alegre y confiado (you only live once, don´t look up) al que aludíamos la semana pasada. Hay un renovado apetito por el riesgo, como lo demuestra el bitcoin tocando de nuevo los 25 mil dólares estos días por primera vez desde mediados de junio, porque en definitiva todo va a ir bien, y si algo se tuerce la Fed sabe cómo arreglarlo.

La propia Fed ha tenido bastante que ver en ese cambio del ánimo inversor, al haber generado la sensación, en su reunión del 21 de julio, de que va a ser muy cuidadosa en las subidas de tipos y en la normalización monetaria en general. Eso hace que el cambio de régimen monetario y el desinflamiento de la burbuja Covid esté siendo super ordenado. Lo que está pasando en julio y en agosto forma parte de ese orden deseado y dirigido por la Fed. Es una especie de descompresión por fases, y tras un junio que parecía apocalíptico tocaba la fase positiva.

Más suben Ibex 35
Arcelormittal 24,92€ 0,80 3,32%
Telefónica 4,36€ 0,13 3,00%
Repsol 12,72€ 0,37 3,00%
Acerinox 9,72€ 0,24 2,55%
Banco Sabadell 0,69€ 0,01 2,12%
Más bajan Ibex 35
Fluidra 18,47€ -0,35 -1,86%
Amadeus-A 56,62€ -0,68 -1,19%
Solaria Energí... 22,77€ -0,26 -1,13%
Laboratorios Ro... 50,95€ -0,45 -0,88%
Melia Hotels 6,48€ -0,05 -0,69%

La clave, a mi juicio, es que la Fed no está haciendo ni quiere hacer una normalización monetaria en sentido clásico, estilo Volcker, sino una normalización adaptada a la sociedad posdigital y poscovid del siglo XXI. En esa novedosa normalización hay dos mensajes principales, por un lado el mensaje, muy claro, de que se ha acabado la barra libre, y por otro el mensaje, un poco más subliminal, de que seguirá habiendo cierto nivel de asistencia financiera por parte de la Fed para evitar desastres en la economía. Lo importante es que si se termina la barra libre, entra en juego la “destrucción creativa” y la eliminación de los “zombies” y por tanto un proceso de contracción y de eliminación de todo lo que sobra. Podríamos decir que la trituradora se ha puesto en marcha.

Esa es a nuestro juicio la novedad de 2022, que no es poca.

La Fed está haciendo una labor impresionante, una gestión muy fina en temas muy delicados, pero dicho eso, hay que decir también que la misión de desactivar la burbuja monetaria y corregir los desajustes provocados en la economía sin provocar un cierto nivel de recesión es una misión casi imposible. Y no hacen falta eso que se llama “errores de política económica” para que haya turbulencias por el camino.

Por eso, el hecho de que el S&P y el Nasdaq hayan recuperado ya más de la mitad de la caída desde sus máximos históricos a los mínimos de junio, no indica a nuestro juicio que estemos ya en mercado alcista y que no vuelva a haber caídas a los mínimos.

Una de las sorpresas podría ser que la inflación vuelva a superar los máximos. En realidad, el buen dato de julio en EE.UU. es debido básicamente a la caída del petróleo y puede ser un espejismo, como dice la consejera de la Fed Mary Daly, y como lo indican las subidas de casi todas las materias primas la semana pasada.

Se ha creado un consumo adictivo. Los consumidores siguen derrochando dinero.

Michael Burry, el famoso inversor norteamericano que hizo su fortuna con el desplome de las hipotecas subprime en 2008 tras la quiebra de Lehman, opinaba la semana pasada en un tuit que el helicóptero monetario de la Fed ha creado un “consumo adictivo” y los consumidores siguen derrochando dinero a pesar de la inflación, bajo la idea de que la Fed lo arreglará. Algo parecido a lo que pasa en los mercados de inversión que antes comentábamos.

Por eso es tan importante saber cómo están los ánimos de los consumidores americanos. Aparentemente están muy bien según el sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan que se publicó el viernes pasado. El dato (55,1) fue bastante mejor que las expectativas (52,5) y que el de julio (51,5).

Roto el nivel de los 4.231 puntos en el S&P, las Bolsas podrían seguir subiendo, sobre todo si se unen buenos datos de ventas minoristas y mensajes moderados por parte de la Fed en sus actas, pero en algún momento los inversores empezarán a entender que la Fed tiene por delante una misión casi imposible y que no es prudente descontar escenarios demasiado perfectos.

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