El 90% de las infecciones globales se concentran en regiones donde la temperatura está entre 3º y 17ºC
Un nuevo estudio demuestra que el COVID-19 puede comportarse de manera similar al virus de la gripe, con una transmisión de la enfermedad reducida por la temperatura y alta humedad. Hay dos posibles razones:
Primero, el virus es más estable en temperaturas frías, y las gotitas respiratorias, como contenedores de virus, permanecen en el aire durante más tiempo en el aire seco.
En segundo lugar, el clima frío y seco puede debilitar la inmunidad de los huéspedes y hacerlos más susceptibles al virus.