Se acumulan los canarios en la mina que alertan del peligro en los mercados

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Capitalbolsa | 24 jul, 2018 20:30 - Actualizado: 08:58
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Rick Rieder está preocupado por la liquidez. Según el director de inversiones de renta fija global de BlackRock, la retirada de los bancos centrales de los mercados de crédito podría empeorar la liquidez o complicar la eficacia con la que otros inversores pueden hacer lo mismo.

Rieder, que supervisa nada más y nada menos que 1,9 billones de dólares en activos, ha estado expresando esta preocupación durante varios meses a medida que los bancos centrales redujeron sus compras de bonos.

En enero, el Banco de Japón dijo que su balance se contrajo mes a mes por primera vez desde que comenzó a comprar bonos del gobierno, fondos cotizados en bolsa y otros activos a finales del 2012. En junio, el Banco Central Europeo dijo que iba a poner fin al programa de compra de bonos de 2,5 billones de euros conocido como alivio cuantitativo que inició después de la crisis de la deuda de la eurozona. La Fed continúa desacelerando lentamente su cartera de bonos de 4 billones de dólares.

A medida que los bancos centrales trabajan silenciosa y lentamente, fuerzas más poderosas se están gestando en primer plano, dijo Rieder en una nota reciente.

De la economía de EE.UU., dijo: "Creemos que en algún momento durante el próximo año, más o menos, unos salarios más altos, al igual que más subidas de otros costes de insumos para las empresas (especialmente si están acompañados de aranceles), así como un impulso de los gastos de capital de las empresas, puede conducir a una desaceleración económica del ritmo de crecimiento".

Continuó: "También hemos hablado bastante con respecto a nuestra preocupación por la desaceleración en el ritmo de crecimiento de la liquidez global y creemos que los mercados financieros ya están mostrando amplios "canarios en la mina de carbón" que sugieren que podríamos estar esperando una mayor volatilidad, o shocks en los mercados financieros, que tienen el potencial de disminuir la confianza empresarial o del consumidor".

Algunos de estos canarios, o señales de advertencia, se pueden encontrar en los mercados emergentes.

Sobre una base de rendimiento total, el índice MSCI EM ha bajado un 11% este año y es el que tiene el peor comportamiento además del oro en una clasificación de los principales activos del Bank of America Merrill Lynch.

Rieder señaló el potencial de un dólar más fuerte como un posible revés para la liquidez y la calma en los mercados emergentes, porque es la moneda de reserva mundial y la principal forma en la que se financia la deuda.

El aumento del dólar este año ya está pesando sobre los activos de los mercados emergentes, según Erin Browne, el jefe de asignación de activos de UBS Asset Management.

"Lo que es interesante es que si observamos la correlación de las acciones de los mercados emergentes con respecto al dólar estadounidense, está muy correlacionado, lo que indica que el movimiento que vemos en los activos de los mercados emergentes en este momento está siendo impulsado principalmente por el dólar", dijo Browne en una mesa redonda con medios.

Las acciones de los mercados emergentes cayeron un 17,7% desde su máximo de principios de febrero hasta finales de junio, peor que la caída del 14% durante el taper de 2013, dijo Browne.

Mientras tanto, la economía de los Estados Unidos se mantiene firme. Al menos, esa es la opinión del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien habló a los legisladores en el Congreso la semana pasada.

La Fed está avanzando con el aumento gradual de su tasa de referencia, siempre que las condiciones económicas lo permitan. Con la tasa de desempleo cerca del nivel más bajo desde 2000 y la inflación bajo control, la Reserva Federal tiene el camino muy despejado.

"La pregunta principal es: ¿cuál es la próxima fase de la economía?", dijo Rieder después del testimonio de Powell.

Las declaraciones de Powell demostraron que no tenía problemas con los crecientes riesgos de una guerra comercial, un gran riesgo para los gestores de fondos.

Además, los inversores están lidiando con las implicaciones de la reducción del diferencial entre los rendimientos de los bonos de 2 y 10 años, que Morgan Stanley ha pronosticado que pasará a negativo - implicando una inversión de la curva de rendimiento - para 2019. Una curva de rendimiento invertida ha precedido a cada recesión desde la década de 1960, aunque con un desfase temporal de casi dos años de media, según LPL Financial.

Carlos Montero - Lacartadelabolsa.com

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