La inversión pasiva está agravando la burbuja de las acciones en crecimiento y aumentando el riesgo de una crisis

El predominio de un puñado de acciones tecnológicas en el mercado de valores probablemente esté vinculado al apetito masivo de los inversores por fondos indexados baratos, lo que a su vez podría ser un riesgo oculto para Wall Street, según Bank of America.
Jared Woodard, estratega de inversiones y ETF de Bank of America, dijo en una nota a los clientes que los fondos pasivos ahora tienen el 54% de la participación de mercado y parecen ser una de las razones por las que solo cinco acciones representan más del 25% del S&P 500. Los fondos pasivos como el SPDR S&P 500 Trust (SPY) y Vanguard S&P 500 ETF (VOO)se encuentran consistentemente entre las más populares por entradas en la mayoría de los meses, lo que significa que los inversores están poniendo cada vez más dinero en esas acciones más grandes.
“Dado que la inversión pasiva es menos sensible a la valoración y a otros factores fundamentales, a algunos participantes del mercado les preocupa que los fondos pasivos hagan que los mercados sean menos eficientes. Y dado que la mayoría de los fondos pasivos están ponderados por la capitalización de mercado, los flujos pasivos pueden exacerbar la concentración del mercado, reduciendo así la diversificación”, escribió Woodard.
En las últimas décadas, los inversores se han volcado a la inversión pasiva en parte porque esos vehículos suelen tener comisiones de gestión más bajas que sus contrapartes activas. La mayoría de los selectores de acciones activos tradicionales también tienden a tener un rendimiento inferior al del S&P 500.en un año determinado, y los números de rendimiento parecen aún peores en períodos más largos.
Pero existe la posibilidad de que la estadística de participación de mercado del 54% sea algo más que un simple dato trivial. Woodard escribió que la inversión pasiva ha alcanzado una “masa crítica” y podría causar problemas para el mercado de valores, especialmente durante las recesiones.
“La concentración sistémica aumenta los riesgos: la indiferencia pasiva hacia las valoraciones y los fundamentos implica grandes ventajas derivadas de las innovaciones… pero un gran riesgo en un ciclo de caída”, dijo Woodard.
Bank of America no es el primero en advertir sobre el riesgo del aumento de la inversión pasiva. Las preocupaciones ya se habían planteado mucho antes de las fuertes caídas recientes, como la ola de ventas de 2020 provocada por el COVID-19, que no parecieron provocar daños estructurales a largo plazo en los mercados.
Los períodos de alta concentración en los mercados tampoco requieren inversión pasiva. El denominado índice Nifty 50, que suele citarse como precedente histórico del entorno actual, alcanzó su punto máximo antes de la fundación de Vanguard, una firma pionera en inversión pasiva.