¿Buscando inflación? La inflación mata. En la década de los 70, bonos y efectivo arrojaron rendimientos reales negativos

Moisés Romero - Lacartadelabolsa

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 26 jun, 2019 10:25
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El ahorro puede convivir bien con los riesgos políticos, de liquidez o una recesión, pero la inflación mata al ahorro. Nunca ha habido un momento donde estuviera más ausente. Pero no tenemos ningún motivo para pensar que ha desaparecido. La inflación volverá, y volverá con fuerza.

Para ello la única solución es en activos reales”, (reflexión de Beltrán de la Lastra (Bestinver). Un ejemplo: en la década de 1970, los bonos y el efectivo proporcionaron rendimientos reales negativos, ya que la inflación inesperada convirtió las tasas reales en negativas. Si MMT se convierte en política, entonces podemos esperar un episodio similar de inflación alta e inestable que lleve a rendimientos reales negativos para bonos y efectivo. Aviso, por tanto, a navegantes y los que siguen empeñados en provocar inflación real, cuando lo único que están consiguiendo es la reflación de activos inmobiliarios y de acciones. O lo que es lo mismo generando burbujas, que tarde o temprano explotarán.

Y un apunte más: ¿qué relación guardan los tipos de interés con la inflación? Y, ¿qué efecto tienen estas variables sobre las bolsas?

Entre 1973 y 1984 las economías de la OCDE pasaron por un período de inestabilidad macroeconómica que llevó a tasas de inflación anual cercanas al 13%. De ahí se explica que el control de la inflación en unos niveles razonables sea un objetivo prioritario de los bancos centrales.

Por ejemplo, el BCE define que hay estabilidad de precios cuando la inflación interanual se sitúa en tasas inferiores, aunque próximas, al 2% a medio plazo.

En los dos extremos de la inflación nos encontramos con subidas o bajadas de precios de manera no controlada.

Se habla de hiperinflación cuando la subida de precios es incontrolada. Los precios aumentan rápidamente al mismo tiempo que la moneda pierde su valor real, como ocurrió por ejemplo en Argentina en 1989.La población prefiere mantener su riqueza en bienes no monetarios o en una moneda extranjera relativamente estable.

En el otro extremo nos encontramos ante un escenario de deflación, que implica la disminución de los precios de bienes y servicios de manera generalizada y prolongada. Afecta de una manera incluso más negativa que la inflación, ya que consumidores y empresas retrasan sus decisiones de consumo e inversión...

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