Los bancos deben temer los tipos de interés. Estos son los motivos.
Las entidades financieras españolas llevan esperando las subidas de tipos de interés como agua de mayo para, según indican ellos, restablecer los márgenes de intermediación y hacer más rentable su negocio, o lo que es lo mismo, que a los clientes les cuesten más los préstamos y las hipotecas.
Pues bien, por fin van a llegar las deseadas subidas de tipos de interés, pero a los bancos les va a quedar todavía mucha travesía del desierto para llegar a la tierra prometida, y seguro que no les va a caer el maná del cielo.
Es cierto que cuando los tipos están altos, pero estables, los márgenes bancarios entre activo y pasivo aumentan, pero también lo es que, mientras están subiendo los tipos, las hipotecas a tipo variable siguen manteniendo los tipos antiguos hasta que pasan doce meses y se vuelve a tomar una nueva referencia del Euribor (seis en términos de media para la totalidad de la cartera), y las hipotecas a tipo fijo mantienen sus tipos siempre (y se han contratado muchas en los últimos años), y el pagano no es otro que el banco, cuya financiación en los mercados financieros cuesta cada vez más y de forma inmediata. Si, además, se producen subidas sucesivas encadenadas, cuando se acabe de digerir la primera ola empezará la segunda, y cuando acabe esta, la tercera, por lo que en los próximos dieciocho meses los bancos van a sufrir y bastante con la subida de los tipos de interés.