¿Una segunda ola de inflación en Estados Unidos?
La tasa de inflación general de Estados Unidos subió al 3,7% en agosto, el segundo aumento en otros tantos meses. ¿Es este el comienzo de otra ola más alta? Ése es el gran temor entre los participantes del mercado. Para disipar algunos de esos temores está la continua tendencia positiva de la inflación subyacente (excluidos alimentos y energía), que bajó al 4,4% en agosto. Se trató del menor aumento de los precios subyacentes desde septiembre de 2021.
¿Por qué está aumentando la tasa general mientras los precios básicos siguen bajando?
El repunte de los precios de la energía, con el fuel oil (+9,1%) y la gasolina (+10,6%) subiendo en agosto.
La energía había sido un importante viento de cola en los últimos meses que ayudó a reducir el IPC general al 3% en junio, pero el cambio interanual fue notablemente menos negativo en agosto.
En cuanto a la inflación subyacente (que excluye alimentos y energía), la vivienda sigue siendo el principal impulsor. La inflación del IPC de viviendas disminuyó por quinto mes consecutivo en agosto, hasta el 7,3% interanual. Y con los alquileres reales bajando un 1% durante el último año, deberíamos ver un movimiento continuo a la baja en el IPC de Shelter, notoriamente rezagado, durante el resto del año. Esto, a su vez, debería ayudar a reducir la inflación subyacente.
El mayor aspecto positivo del informe del IPC fue la fuerte caída de la inflación de los alimentos, en particular de los “alimentos en casa”. Con un 3%, esta fue la lectura más baja que hemos visto desde agosto de 2021, por debajo del máximo del 13,5% el año pasado.
El precio promedio de una docena de huevos en Estados Unidos ha bajado a 2,04 dólares, una caída del 58% desde el máximo alcanzado en enero (4,82 dólares).