PMI compuesto en la zona euro julio 60,6 vs 60,0 esperado

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Capitalbolsa | 23 jul, 2021 10:01 - Actualizado: 10:00
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La actividad total de la zona euro aumentó al ritmo más intenso de los últimos veintiún años en julio gracias a la continuación de la reapertura de la actividad económica tras las restricciones por la COVID-19. No obstante, el aumento más intenso de los últimos quince años en la actividad del sector servicios se vio moderado por una desaceleración de la expansión de la producción del sector manufacturero, vinculada en gran número de casos a un empeoramiento de la entrega de insumos.

Mientras tanto, los precios cobrados por los productos y servicios aumentaron a un ritmo jamás observado antes de junio pasado, puesto que la demanda volvió a superar a la oferta. Los pedidos pendientes se acumularon a un ritmo igual que el récord del estudio, debido a las limitaciones de la capacidad.

Al mismo tiempo, la confianza empresarial fue afectada por el aumento de la preocupación por la variante delta, que debilitó las perspectivas para la actividad en los próximos doce meses hasta su mínima en cinco meses.

A juzgar por su lectura preliminar “flash*”, el Índice PMI® Compuesto de la Actividad Total de la Zona Euro de IHS Markit aumentó desde su máxima en quince años (59.5) registrada en junio a 60.6 en julio, su máxima desde julio del 2000.

La lectura de julio indicó el cuarto mes consecutivo de aceleración de la actividad empresarial. Esta aceleración del ritmo de crecimiento ha coincidido con una constante atenuación de las restricciones por la COVID-19 desde su momento más estricto en abril pasado a su nivel más bajo desde el comienzo de la pandemia, alcanzado en julio.

Asimismo, se ha observado un nuevo incremento de la demanda, un buen augurio para la continuación de la intensa recuperación en agosto, puesto que el aumento de los nuevos pedidos medido tanto en el sector manufacturero como en el de servicios se aceleró hasta su máxima desde mayo del 2000.

No obstante, el reciente aumento de la demanda siguió ejerciendo presión en la capacidad operativa a un grado sin precedentes en la historia del estudio. El marcado aumento de los pedidos sin completar resultante fue igual al incremento récord observado en junio pasado.

Para responder al aumento de la demanda, las firmas contrataron personal adicional por sexto mes consecutivo. La creación neta de empleo fue la segunda mayor desde enero de 2018, y se situó entre las más significativas de las dos últimas décadas, aunque fue moderada en comparación con la de junio.

La mejora en general de los resultados de junio fue encabezada por el sector servicios, cuyo crecimiento se aceleró al ritmo más intenso desde junio de 2006, marcando el cuarto mes consecutivo de aumento de la actividad. La relajación de algunas de las restricciones de viaje relacionadas con la pandemia fue uno de los principales motivos del aumento más marcado de los pedidos procedentes de clientes del extranjero del sector servicios desde que se comenzaron a recopilar datos comparables en 2014.

Pese a que el sector industrial indicó el decimotercer mes consecutivo de crecimiento de la producción, en muchos casos el ritmo de expansión decayó hasta su mínima desde febrero pasado, especialmente en Alemania, donde la actividad productiva estuvo limitada por la escasez de insumos.

Por otra parte, los precios medios cobrados por los productos y servicios aumentaron a un ritmo casi récord en la historia del estudio, principalmente en respuesta a la debilidad de la oferta en momentos de rápido crecimiento de la demanda.

Los plazos de entrega de los proveedores – (un barómetro clave de las demoras en las cadenas de suministro “artículo en inglés”) – siguieron alargándose a uno de los ritmos más fuertes de la historia del estudio, desempeñando un papel fundamental en el impulso de los costes al alza. Los precios de compra del sector manufacturero aumentaron a un nivel jamás antes superado desde que se dispone de datos (recopilados desde 1997). La inflación de los costes pagados por el sector servicios se atenuó ligeramente, pero siguió siendo la segunda más alta en 13 años.

Entre los países de la zona euro, Alemania encabezó el repunte económico y señaló la expansión mensual más sólida desde que se dispone de datos comparables, disponibles por primera vez en enero de 1998. Una expansión sin precedentes de la actividad del sector servicios se vio acompañada de un crecimiento aún mayor, aunque menguante, de la producción manufacturera.

El ritmo de expansión se ha moderado hasta su mínima en tres meses en Francia, principalmente debido a una expansión más lenta de la actividad del sector servicios, que de todos modos se mantuvo entre las mayores observadas en los tres últimos años. El crecimiento económico en el resto de la zona euro en su conjunto se aceleró hasta su máxima desde junio del 2000.

Por último, mientras que el alza del crecimiento económico en julio generalmente fue vinculada a una mayor atenuación de las restricciones por el virus, el optimismo empresarial respecto de las perspectivas para la actividad en los próximos doce meses fue moderado por la creciente inquietud en torno a la variante delta. Las expectativas para la actividad total se redujeron de la máxima récord de junio hasta su mínima desde febrero pasado. La reducción del optimismo fue generalizada, principalmente en el sector servicios y en Francia.

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