Análisis de mercado: Lo mejor y lo peor del FX global

La región se benefició de la fortaleza del euro y de su propio diferencial de tipos de interés tras las primeras subidas de tipos. También se benefició de su elevado apalancamiento beta a la sorpresa alcista del crecimiento de la UE, al desplomarse los precios del gas natural y reabrirse China. Pero las ganancias serán más difíciles a partir de aquí, con valoraciones ahora más completas (véase el gráfico), mientras que otras como el shekel israelí y la lira turca han sufrido las incertidumbres políticas, pero tienen valoraciones más bajas y posibles catalizadores más claros.

ISRAEL: El shekel tiene un historial de estabilidad y rentabilidad superior, gracias al superávit por cuenta corriente de Israel, sus enormes reservas de divisas, la larga independencia del Banco de Israel y la estabilidad de la política local. El BdI tiene un historial de intervención para gestionar la fortaleza del ILS cuando es necesario, dada la economía pequeña, abierta y dependiente del comercio del país, similar al papel del BNS de Suiza y su franco. En el primer trimestre, el shekel se debilitó hasta su nivel más bajo en cuatro años debido a los controvertidos planes de reforma judicial del Gobierno, que desde entonces se han suspendido pero no se han revocado.

TURQUÍA: La lira ha seguido debilitándose mientras la economía sufre una inflación del 50% y las secuelas del gran terremoto de febrero. El banco central ha favorecido la generalización de medidas macroprudenciales para gestionar la divisa, con un recorte de los tipos de interés hasta un bajo 8,5%. Turquía celebra elecciones presidenciales y parlamentarias el 14 de mayo, con el presidente Erdogan en una carrera muy reñida, según las encuestas, contra una oposición unida y con la lira como una de las divisas más baratas del mundo.