¿La Guerra del Opio del siglo XIX es el origen de la actual guerra comercial entre China y EE.UU.?

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Capitalbolsa | 21 oct, 2019 16:40 - Actualizado: 08:00
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¿Y si la guerra comercial entre EE.UU. y China tuviera origen en siglo XIX? ¿Y si el comercio sobre el Opio fuera la clave para entender el conflicto actual? El siguiente artículo nos muestra un interesante y nuevo enfoque sobre el hecho que más está influyendo en los últimos meses a los mercados financieros: La guerra comercial entre EE.UU. y China.

Cualquier persona que no viva en una cueva sabrá que el año 2019 está siendo complicadito para China especialmente por dos cuestiones: su guerra comercial con Estados Unidos, que no empezó este año pero sí se está recrudeciendo ahora y está empezando a afectar a la economía global, y la gravísima crisis de Hong Kong, donde un movimiento de protesta intenta pedir libertades y democracia a China pero al mismo tiempo ha convertido la hasta hace tres meses tranquila y vibrante ciudad en uno de los lugares más violentos de Asia Oriental. En este artículo no me propongo hablar de estos dos hechos, que ya están muy presentes en nuestros periódicos, sino de un proceso histórico que, aunque no lo parezca a simple vista, está relacionado con ambas cosas: me refiero a las Guerras del Opio, dos conflictos armados que a mediados del siglo XIX enfrentaron al imperio chino con el británico, originados en el fondo por un desequilibrio de balanzas comerciales entre lo que entonces eran los dos principales gigantes de la economía mundial, y que tuvieron como consecuencia para China, entre otras cosas, la pérdida de Hong Kong.

Como en anteriores ocasiones, hablaré de todo esto en un formato de 10 puntos que considero, igual me equivoco, «olvidados» sobre aquel hecho histórico, que para los chinos fue una suerte de desastre del 98 a lo grande. Vamos con ello.

1- El opio no era una tradición china: llegó desde Occidente

El opio da nombre a estas guerras porque una de las principales causas del conflicto fue que el Reino Unido contrabandeaba enormes cantidades de opio cultivado en la India a los chinos, y el emperador Qing y su gobierno se habían propuesto terminar con ese comercio de raíz. Esto puede sonar algo extraño a muchos, teniendo en cuenta que aún tenemos la idea de que los chinos eran milenarios consumidores de opio y que era algo muy suyo, una idea especialmente extendida a finales del siglo XIX y principios del XX (por ejemplo, en el álbum de Tintín «El Loto Azul» los fumaderos de opio de Shanghái son el principal escenario de las aventuras del periodista belga).

Sin embargo, el opio no es originario de China, sino de Oriente Medio y el Arco Mediterráneo: los primeros restos que atestiguan el uso de la adormidera entre humanos con fines quizá curativos se encuentran en un sitio muy cercano, la Cueva de los Murciélagos de Granada. El opio llegó a China a través de mercaderes árabes y en principio fue un artículo de lujo, usado principalmente entre los nobles chinos. En el siglo XVII llega a China el tabaco, procedente del comercio con los españoles a través de Filipinas (el famoso Galeón de Manila) y los holandeses son los primeros que empiezan a mezclar opio con tabaco, de manera que su consumo se volvió más sencillo. Es el llamado madak, que los holandeses empezaron a practicar en Formosa (Taiwán) cuando ocuparon la isla en ese siglo XVII, y los chinos, al recuperar su dominio sobre ella, llevaron el madak al resto de China.

Fue sin embargo a finales del siglo XVIII y en el siglo XIX cuando la implantación del opio en territorio chino aumentó exponencialmente, coincidiendo con el momento en el que los ingleses descubrieron que vender este artículo adictivo era un negocio redondo en China y ayudaba a nivelar la balanza comercial con un país al que hasta entonces habían comprado mucho (porcelana, seda, especias, té…) pero al que durante siglos habían vendido muy escasos productos (el mítico «en China tenemos de todo» con el que el emperador Qianlong contestó a finales del siglo XVIII por carta a las peticiones británicas de que se abrieran al comercio).

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