El coronavirus nunca desparecerá...hasta la peste sigue con nosotros

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Capitalbolsa | 07 abr, 2020 10:12 - Actualizado: 10:11
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La situación presente, con el hastío de llevar semanas de cuarentena, nos hace reflexionar sobre tiempos no muy lejanos, de hace tan sólo unos meses, cuando aún no habíamos oído hablar del coronavirus.

Muy pocos imaginaban que una situación así pudiera ocurrir en tan breve lapso de tiempo, pero ocurrió.

Únicamente nos queda esperar el fin de esta pandemia, aguardando que el confinamiento y el avance científico hagan que tan dichoso virus se extinga.

Pero es probable que tal cosa no llegue a ocurrir. Hemos conseguido que la humanidad goce de una salud mucho mejor que hace décadas, logrando que tan sólo 1 de cada 5 humanos mueran de enfermedades infecciosas.

A principios del siglo XX, sin embargo, la situación era muy diferente.

Las guerras y las hambrunas, en aquel tiempo de inestabilidad, no eran las causas mayoritarias de decesos, sino que una infección mortal era el destino inevitable de más de la mitad de las personas: tuberculosis, gripe, polio, diarreas... Enfermedades que, en países desarrollados, tienen ahora una escasa letalidad.

Pero, de todas las enfermedades que los humanos hemos sufrido, tan sólo hemos logrado erradicar una: la viruela.

Mundo desequilibrado

El hecho de tan sólo haber erradicado una enfermedad nos hace pensar sobre nuestra capacidad real de enfrentarnos a tales agentes.

Un mundo desequilibrado, donde el poder económico del país donde naciste determina tus probabilidades de llevar una vida más o menos sana, provoca a su vez que estas enfermedades sigan presentes en ciertas poblaciones.

No hablamos únicamente de virus como polio o rubeola, erradicados en los países desarrollados hace relativamente poco.

También entran enfermedades que evocan a tiempos remotos y sombríos, donde estas plagas eran vistas como un castigo divino. Enfermedades como el tifus, la fiebre amarilla o la peste negra.

Ha vuelto la peste

La gran devastadora del mundo medieval sigue aun infectando y aumentando su rastro de muerte.

En el verano de 2003, en Argelia, a pocos kilómetros de nuestras costas, hubo un brote de peste. Tras 50 años sin detectar casos, en junio de ese año 6 personas quedaron registradas como enfermas.

Es en África también, pero en su isla más grande, Madagascar, donde encontramos la peste de forma mucho más común. Allí es considerada una enfermedad endémica estacional.

Año tras año y durante la temporada de lluvias, se produce un brote de infectados por Yersinia pestis.

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