"Inquietud tras los bancos centrales, con su mantra: tipos superiores más tiempo. No es nuevo, pero afecta"
Análisis Bankinter

La semana pasada el desenlace conjunto de los bancos centrales salió mal para el mercado, a pesar de que no aportó nada realmente nuevo.- Hemos venido defendiendo que es prematuro especular con bajadas de tipos, ya que éstas no comenzarán hasta finales de 2024. Así que lo sucedido con los bancos centrales (Fed, BoE, etc) la semana pasada no hizo sino respaldar nuestra estimación.
La extensión del mantra “tipos superiores por más tiempo” y su digestión generalizada no sólo no afecta a nuestra estrategia, sino que encaja perfectamente en ella y la refuerza. Pero el consenso del mercado, que frecuentemente es un concepto de confusa identificación, especulaba con bajadas de tipos tan pronto como en el 2T 2024 por parte de la Fed, y lo que transmitieron los bancos centrales la semana pasada no fue eso. Como consecuencia inmediata de esa perspectiva más hawkish/dura, las TIR de los bonos subieron y las bolsas sufrieron. En ambos casos probablemente más de la cuenta. Identificamos algo de sobrerreacción.
:: Esta semana, chequeo de inflación europea y americana entre jueves y viernes.- Por eso de lunes a miércoles serán más bien de “segunda digestión” de lo transmitido por los bancos centrales durante las anteriores 2 semanas, probablemente con tendencia a rebotar ligeramente al entenderse que los retrocesos podrían haber sido excesivos. Nada realmente importante ha cambiado en el fondo del mercado. Los tipos han dejado de subir o dejarán de hacerlo enseguida, pero tardarán en bajar. En nuestra opinión, no antes del 4T 2024. Y este es el shock de adaptación a la realidad que el mercado encajó la semana pasada, puesto que especulaba con que tuvieran lugar ya en el 2T 2024. La inflación seguirá retrocediendo, pero bajar del 3% exigirá tiempo y será difícil. Los beneficios corporativos ofrecerán una mejora lenta a partir de la publicación del 3T 2023 desde mediados de octubre. Y el ciclo económico se desacoplará favorablemente en EE.UU. frente a Europa, aunque ésta conseguirá crecer lo suficiente como para eludir la recesión por los pelos. Esto último ya sucede.
Esta semana será el chequeo de la inflación: miércoles Alemania y jueves Francia, Italia, Portugal, España, UEM… y Deflactor Consumo PCE en EE.UU. Es determinante que cumpla con las expectativas y retroceda algo en todos los casos, pero especialmente la Subyacente del Deflactor PCE americano, porque es la referencia básica de precios para la Fed. Por eso el final de la semana debería ser más alcista que el principio, pero no demasiado porque, una vez realizado el reset de las perspectivas (o ilusiones) sobre tipos, el mercado está a la espera de que algo suceda y lo redinamice. Podrían ser los beneficios corporativos 3T 2023, pero no empezarán a publicarse hasta mediados de octubre y eso parece demasiado tiempo. Y se cruza en el camino un petróleo caro porque interesa geoestratégicamente a Rusia (un arma de guerra más para debilitar a Europa) y a Arabia Saudí ante una potencial venta de otro paquete en Aramco. En paralelo, este sábado 30 el Congreso Americano vota para tratar de evitar otro cierre parcial de la Administración, pero este asunto cada vez impone menos respeto al mercado.
En definitiva, debemos esperar una semana más alcista al final que al principio, si los datos de inflación y el petróleo lo permiten, aunque siendo conscientes de que entramos en una etapa de varias semanas o puede que incluso hasta diciembre que se caracterizará más por la consolidación que por avances rotundos adicionales. El mercado necesita descansar periódicamente y que eso no es ningún drama.