¿Gran empresa = Gran acción?
Uno de los errores más comunes que cometen los inversores es pensar que una gran empresa es una gran acción. Las dos no son casi lo mismo. Un ejemplo: Snap ($SNAP) ha bajado un 85% desde su máximo el año pasado.
También está un 48% por debajo de su precio de cierre del primer día desde su oferta pública inicial en 2017. Mientras tanto, sus ingresos han aumentado un 990 % desde su oferta pública inicial (de $404 millones a $4400 millones).
En cualquier medida, Snap ha sido una gran empresa, pero no ha sido una gran acción.
¿Por qué?
Porque las expectativas eran demasiado altas, con Snap cotizando a 64 veces las ventas en su OPI. Demasiadas personas pensaron que era una gran empresa, lo que elevó su valoración a niveles extremos. La contracción múltiple desde entonces hasta 4,6 veces las ventas (el nivel más bajo de su historia) ha superado con creces todo el crecimiento fundamental estelar de la empresa.
