Obama pone en peligro el estreno de la sexta temporada de Perdidos

El 2 de Febrero es la fecha que todos nosotros tenemos marcada en el calendario ya que supone el estreno de la sexta temporada de Perdidos, algo que hemos esperado desde el pasado mes de Mayo y que ahora parece ser que peligra por «culpa» del presidente de EEUU Barack Obama.

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Por lo visto próximamente se celebrará el discurso del presidente sobre el Estado de la Unión y sin fecha concreta podría realizarse o el 26 de Enero o el 2 de Febrero.

La Casa Blanca no ha elegido la fecha todavía pero de ser la segunda, la ABC ya ha dicho que tendrá que retrasar el estreno de Lost al 9 de Febrero, es decir, una semana más tarde así que los fans de la serie no están conformes y ya se han agrupado en redes como Facebook o Twitter para protestar por ello.

Vía| Aceshowbiz

2 Comentarios

lost! dice:
9 enero 2010 a las 23:14
segun el twitter oficial de la casa blanca, el estreno seguira previsto para el 2.
Miralarima dice:
11 enero 2010 a las 01:26
Primero lo principal
y el resto puede esperar,
que ni siquiera Barack
es capaz de competir
con la gran serie “Perdidos”
que empieza a mostrar su fin,
esperado y bienvenido.
La temporada final
genera tanta pasión
que Obama retrasará,
si no quiere fracasar,
el discurso a la nación
del estado de su estado;
porque es que en esta ocasión
su discurso sosegado
y cargado de razón
sería poco aceptado
al retrasar la emisión,
tal como estaba pensado,
por una televisión
del episodio esperado
de “Perdidos” o de “Lost”
(en inglés o en castellano).
Y es que Obama tiene ‘don’
pero para gobernar
preferirían votar,
si pudieran, a John Locke,
o en todo caso al doctor,
al bien parecido Jack.
(Y hablando de este doctor:
a ver como acaba el derbi,
para ganar el amor
de la bellísima Kate,
con Sawyer, el fortachón).
Con “Perdidos no se juega”
igual que con la comida,
mejor será si lo acepta,
mejor si estas cosas cuida…
mejor le lucirá el pelo
al mismísimo de Obama
si evita chocar en Febrero
con la nueva temporada
y evita con este hecho
que peligre la butaca
de jefe de su gobierno
que tiene en la Casa Blanca.