• 'Cuando por primera vez se inicia su novia principal, ella le tiene que hacer sexo oral'
  • Hefner prohíbe a sus elegidas que compartan imágenes en las que salen borrachas en las redes sociales
Hugh Hefner

La mansión Playboy es uno de aquellos lugares a los que todo el mundo desearía ir. Poder acudir a una de las fiestas organizadas por Hugh Hefner, fundador de la revista, se considera un privilegio social al alcance de muy pocas personas. Pero no todo son fantasías dentro de las mansión Play Boy. Varias ex ‘conejitas’ han criticado la situación de control y la falta de libertad de las modelos.

El portal Capital.com recoge extractos del libro de Holly Madison, quien fuera novia de Hefner hasta el año 2008. En este libro titulado ‘Down the Rabbit Hole: Curious Adventures and Cautionary Tales of a Former Playboy Bunny’ cuenta cómo es en realidad la vida dentro de la mansión. Madison afirma haber sentido “atrapada”.

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CONSUMO DE COCAÍNA

“Me habían ofrecido cocaína en innumerables ocasiones desde que me mudé a la mansión"

Los excesos son parte de la vida dentro del recinto Playboy. “Me habían ofrecido cocaína en innumerables ocasiones desde que me mudé a la mansión, definitivamente fue la droga de elección entre las chicas” reconoce la ex novia de Hefner.

Las chicas tienen un toque de queda, a las 9 de la noche y no pueden invitar a ningún amigo dentro del recinto. El trato de Hefner hacia sus chicas no era el deseado, Holly Madison reconoce que Hefner es un “manipulador” y que su mayor diversión era “hacer conspirar las unas contra las otras” para que se pelearan.

“Cuando por primera vez se inicia su novia principal, ella le tiene que hacer sexo oral”

Las relaciones sexuales entre el fundador de la revista y las chicas es algo normal. Según Jill Ann Spaulding en su libro, 'Jill Ann: Upstairs', “cuando por primera vez se inicia su novia principal, ella le tiene que hacer sexo oral, luego tiene relaciones sexuales con él. Sin protección y sin pruebas. A él no le importa”.

También se ven obligadas a llevar un estricto código de conducta, reconocen que “hay reglas incluso sobre Instagram y Twitter. Hay que mostrar una buena imagen y si estás borracho en una imagen vas a estar en problemas”.

Izabella St. James también ha hablado sobre su paso por la mansión. Según ella Hefner les echaba en cara su “falta de armonía entre las novias o su falta de participación sexual en las fiestas que llevaba a cabo en su dormitorio”. James comenta en su libro la falta de condiciones óptimas para vivir, con colchones “asquerosos”.

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