- El cerebro necesita estímulos inesperados para mejorar la memoria y los pensamientos lógico y creativo
- La risa, aprender un idioma o a tocar un instrumento musical son algunos de los ejemplos para mejorar
Estamos acostumbrados a ejercitar nuestro cuerpo pero en la mayoría de los casos nos centramos en el exterior, en la imagen vivimos en la cultura del gimnasio o de los runners, sin embargo, nuestra mente también puede ser entrenada, aquí os mostramos cuatro consejos para mantenerla activa.
En la actualidad el cerebro se ha convertido en el centro neurálgico de la explicación de todos los asuntos humanos, llegando hasta el extremo de sostenerse que todo depende del cerebro, y aunque puede que no se llegue a ese punto, es obvio que el cerebro concentra toda la capacidad cognitiva de las personas, pero no deja de seguir siendo un músculo, por eso el portal Lifestyle de AmericaEconomía ha recogido cuatro ejemplos para mejorar nuestra capacidad neuronal:
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1. Descanso correcto: Esto puede aplicarse a la mayoría de ámbitos de nuestro cuerpo y el cerebro no es una excepción, debemos dormir un mínimo de horas y que ese sueño haya sido verdaderamente reparador sino nuestra memoria se verá especialmente afectada. Nuestro cuerpo aprovecha esas horas para ordenar y consolidar nuestros recuerdos.
2. Neuróbic: El neurólogo Lawrence Katz denomina "neuróbic" a aquellas dinámicas en que se llevan a cabo las tareas cotidianas con variados cambios. Por ejemplo, caminar con los ojos cerrados en zonas seguras de la casa o escribir con la mano no dominante. Es una manera activa de potenciar los circuitos de la atención. El cerebro necesita estímulos inesperados para mejorar la memoria y los pensamientos lógico y creativo.
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3. Nuevos conocimientos: Música o idiomas. Con los años acabamos realizando tareas de forma automática, esa rutina no es positiva para el estímulo de las neuronas, por eso es necesario introducir nuevos retos para nuestro cerebro como aprender idiomas o disciplinas como comenzar a tocar un instrumentos musical.
4. Cambiar las cosas de lugar: ¿Dónde estaba este aparato? ¿Y aquel objeto? Si ya ejercitamos la memoria ahora, imagínese si cambiamos constantemente las cosas de sitio, explican los expertos.
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5. Reírse: La ciencia indica que -por ejemplo- en personas octogenarias la exposición al humor treinta minutos al día experimentaron mejoras evidentes en sus sistemas cognitivos. La risa reduce el estrés, libera hormonas que generan bienestar y ejercita los músculos durante todas las edades. Algunos estudios subrayan que la risa cuando es compartida y no es producto de la burla, potencia las conexiones neuronales de todos los participantes en el acto.
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