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Trabajadores de Oxfam en Sudán del SurINTERMÓN-OXFAM

Fundación Lealtad, que acredita buenas prácticas de ONG, tranquiliza al donante: "Su nivel de transparencia y autoexigencia es alto"

MADRID, 19 (EUROPA PRESS)

ONG españolas proponen introducir cambios regulatorios para que puedan compartir más información sobre extrabajadores despedidos por casos de abuso o acoso sexual, unos datos que actualmente no pueden proporcionar si otra organización les pide referencias porque, según señalan, lo limita la Ley de Protección de Datos. Así lo han pedido a raíz de que la semana pasada saliera a la luz el escándalo de Oxfam Reino Unido en Haití. También reclaman que no se juzgue a todo el sector por unos casos "minoritarios".

La propia Oxfam Intermón fue la que la semana pasada sugirió trabajar con el resto de ONG españolas y desde el punto de vista legislativo en un mecanismo que permita a todas las organizaciones del sector compartir información sobre los trabajadores que hayan sido despedidos de una ONG por un comportamiento inapropiado para que no vuelvan a ser contratados en el sector.

"Todo lo que se pueda hacer por mejorar habrá que explorarlo", apunta la directora de Cooperación Internacional de Cruz Roja Española, María Alcázar. En la misma línea, se pronuncia la portavoz de Acción contra el Hambre España, Alicia García: "Este tipo de conductas atentan claramente contra nuestros valores y principios". Actualmente, si les piden referencias, las ONG solo pueden indicar que finalizó el contrato con esa persona o, a lo sumo, que incumplió el código de conducta, pero no pueden entrar en los motivos.

En todo caso, las ONG españolas aseguran que piden referencias cuando van a contratar a un nuevo trabajador y además, cuentan con mecanismos internos tanto para prevenir este tipo de comportamientos como para atajarlos en caso de que se produzcan.

En Acción contra el Hambre, si una persona es despedida por conducta no ética, el caso queda archivado en la base de datos de Recursos Humanos de la organización de forma que la ONG en los diferentes países pueda tener acceso a ella. Así ocurrió con los dos trabajadores despedidos en los últimos siete años (desde 2011) por contratar --no con fondos de la ONG-- servicios de prostitución en Mali y Filipinas.

También cuentan con códigos de conducta que los trabajadores deben firmar en el momento de formalizar su contrato. Además, son informados de que, en caso de incumplimiento, puede derivar en el despido o en medidas disciplinarias.

En concreto, en el de Acción contra el Hambre España se especifica que está "terminantemente prohibido" cualquier tipo de "acoso sexual, abuso sexual, relaciones sexuales con niños, agresión sexual, explotación sexual o cualquier otra contribución al mercado del sexo". Si contravienen el código de conducta son automáticamente despedidos, según precisa a Europa Press la portavoz de la ONG.

CANALES DE DENUNCIA EXTERNOS

En Cruz Roja Española cuentan además con canales de comunicación con los trabajadores que son enviados a misiones, como cuestionarios de adaptación, y con otros de denuncia para que los delegados de la ONG en las diferentes misiones puedan reportar conductas indebidas. Si aun así, sienten que el caso reportado no se ha tratado debidamente, tienen a su disposición un canal externo de denuncias gestionado por un despacho de abogados.

Según precisa Alcázar, Cruz Roja Española no ha recibido denuncias por temas de explotación o abuso sexual en los últimos cinco años. En la ONG trabajan unas 11.000 personas, la mayoría de ellas en España. Además, en 2017, 191 empleados participaron en 218 misiones.

Casos como el escándalo de Oxfam Reino Unido en Haití, despiertan inquietud en el resto de organizaciones por el hecho de que los donantes puedan acabar cuestionando a todo el sector por unas conductas que aseguran que son "minoritarias".

"En el ámbito humanitario estamos todos un poco conmocionados esta semana, pero al mismo tiempo creemos que son comportamientos minoritarios, que si se dan, tienen que abordarse y salir, pero no se puede juzgar al todo por la parte", defiende Alcázar, aunque apunta que, en Cruz Roja Española, por el momento, no han recibido bajas de socios que se puedan achacar a los casos de abuso en otras ONG. Actualmente, cuentan con 1,3 millones de socios.

LOS MÁS AFECTADOS: LOS BENEFICIARIOS

En este sentido, la portavoz de Acción contra el Hambre España pide que no se juzgue a todo el sector de las ONG por unas pocas "manzanas podridas". "Sería muy injusto, por un puñado de casos que son irrelevantes para el volumen de contratos que tenemos al año, juzgar a todo un sector por el peligro que esto supone a la ayuda que está llegando a millones de personas", subraya García.

La sección española de Acción contra el Hambre cuenta con 70.000 socios y desde que saltó la noticia sobre Oxfam en Haití, cuatro personas se han dado de baja porque están "desencantados con el sector". Solo la sección española de la ONG --donde trabajan 1.800 personas-- llega con su ayuda a 5 millones de personas en el mundo. A nivel de la red internacional, el número de beneficiarios de los proyectos asciende a 15 millones de personas.

Para ofrecer confianza al donante, existen instituciones como la Fundación Lealtad que, desde su constitución en 2001 ha elaborado más de 1.500 informes de ONG españolas, asociaciones y fundaciones, para acreditar la transparencia y las buenas prácticas de gestión.

EL SELLO DE ONG ACREDITADA

La directora general de la Fundación Lealtad, Ana Benavides, explica a Europa Press que el Sello ONG Acreditada implica el cumplimiento íntegro de nueve principios entre los que se encuentran: contar con herramientas para controlar y justificar el uso de los fondos o rendir cuentas ante la Administración Pública y los donantes.

Preguntada por si un caso de acoso o abuso sexual por parte de trabajadores de una ONG supondría la no concesión de este sello, precisa que al "igual que la concesión del sello requiere un análisis exhaustivo, habría que valorar en profundidad el caso", aunque insiste en que "todo lo que suponga un incumplimiento de los principios implica la no concesión del Sello".

Ante casos como el de Oxfam Reino Unido en Haití, Benavides reconoce que "lamentablemente estos comportamientos se producen" y subraya la importancia de que las ONG cuenten con procedimientos de control interno que, por un lado, eviten que se puedan llegar a dar estas situaciones y, por otro que, de producirse, permitan detectarlas de forma inmediata para tomar las medidas oportunas.

"Es tan importante la autorregulación --códigos o prácticas por grupos-- como la evaluación independiente. Cuantos mayores controles internos y externos tengan las instituciones, más transparentes y más fuertes serán", insiste. En cualquier caso, pide "no generalizar" y defiende que "el nivel de transparencia y autoexigencia de las ONG en España es alto".

"Es importante tranquilizar al donante y al colaborador e incidir en el importantísimo trabajo que realizan las organizaciones en contextos muy complicados en muchos casos. No debe verse empañada su función. Estos sucesos refuerzan la voluntad de las organizaciones de mejorar en sus procesos de control y de transparencia", añade.

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