MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

Las actividades como el buceo y la incursión de las embarcaciones recreativas en áreas marinas protegidas ahuyentan y perjudican al delfín mular, según informa la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Un equipo de científicos, con la participación de la UCM, ha medido la presencia de delfines mulares en siete áreas marinas protegidas de la costa mediterránea español y ha concluido que las actividades recreativas en estas áreas tienen un impacto "negativo" en el delfín mular (Tursiops truncatus), puesto que evita estas zonas durante la época de mayor turismo, de abril a noviembre, especialmente durante las horas de luz que coinciden con las actividades recreativas.

"Si este desplazamiento ocurre en áreas o periodos críticos para la supervivencia del delfín mular, nos encontramos ante un serio problema de gestión medioambiental y conservación de una especie vulnerable y emblemática", alerta el biólogo marino.

Para medir la presencia de los cetáceos los científicos analizaron la ecolocalización que emiten, sonidos "breves y potentes" para recibir su eco reflejado por la presa. Estos sonidos, llamados pulsos, son registrados por detectores sumergidos durante meses en el mar. Con un hidrófono y un procesador, los instrumentos archivan las detecciones y sus características acústicas.

Posteriormente, se analizan los datos y se describe la presencia de los animales. "En función de la estructura temporal de la secuencia de pulsos, podemos identificar cuándo un delfín está explorando o persiguiendo a una presa", detalla el científico.

Estas conclusiones se recogen en un estudio que ha monitorizado la presencia de la especie, la "más común" de estos cetáceos, durante doce meses consecutivos en siete áreas marinas protegidas de Cataluña, Comunidad Valenciana e Islas Baleares. En concreto, Sa Dragonera (Baleares) e Islas Columbretes (Comunidad Valenciana) en 2006 y 2007; Los Freus de Ibiza y Formentera (Baleares), Islas Medes (Cataluña) y Serra Gelada (Comunidad Valenciana) en 2008 y 2009; y Migjorn de Mallorca (Baleares) y Levante de Mallorca - Cala Rajada (Baleares), entre 2011 y 2013.

En estas zonas, según apunta la UCM, existen entre 4 y 20 delfines mulares por cada 100 kilómetros cuadrados. "Varios estudios sugieren que la población en nuestras costas mediterráneas está en declive", alerta Castellote. La especie está protegida por dos convenciones y la Directiva de Hábitats de la Unión Europea, así como por el Libro rojo de los vertebrados de España.

En el estudio también han participado la Universidad de Barcelona, la Dirección General de Medio Rural y Marino del Gobierno de las Islas Baleares, la asociación TURSIOPS y la consultora marina SUBMON.

ADAPTACIÓN A LOS CAMBIOS

No obstante, según uno de los miembro del grupo de Estudio del Comportamiento Animal y Humano de la UCM, autor principal de la investigación e investigador del Laboratorio Nacional de Mamíferos Marinos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, Manuel Castellote, "los delfines mulares se están adaptando a los cambios" que se generan en su hábitat. Un ejemplo de ello es que las áreas transitadas por la flota de arrastreros de puertos cercanos favorecen la presencia de estos mamíferos, como ocurre en Columbretes, Los Freus y Migjorn.

Esto se debe a que los barcos tiran las piezas que desechan al mar y los delfines aprovechan para comérselas. Otra oportunidad de alimentación les surge cuando arrastran sus redes, pues consiguen capturar "hábilmente" peces de la malla.

Por su parte, el parque marítimo terrestre de Serra Gelada alberga dos piscifactorías que atraen a los delfines, puesto que la presencia de las jaulas flotantes para el cultivo de dorada, lubina y perca, junto al pienso usado para su engorde, favorece la concentración de otros peces que son sus presas comunes.

"El delfín mular es famoso por ser oportunista e inteligente, como demuestra su capacidad de adaptación en sus hábitos de alimentación", indica Castellote.

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