MADRID, 8 (EUROPA PRESS)

Un equipo del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, ha sido seleccionada para desarrollar la tercera generación de instrumentos científicos de las instalaciones para el Observatorio estratosférico de astronomía infrarroja (SOFIA).

El investigador principal, Samuel Harvey Moseley dirigirá el equipo para desarrollar la alta resolución del espectrómetro infrarrojo medio (Hirmes). El equipo se compone de co-investigadores de distintas instituciones como el Laboratorio Espacial Dinámica, la Universidad de Michigan, la Universidad de Maryland, el Observatorio Astrofísico Smithsonian, la Universidad Johns Hopkins, el Telescope Science Institute, la Universidad de Cornell o la Universidad de Rochester.

Así, Moseley y su equipo van a construir Hirmes durante los próximos dos y medio años con vuelos a bordo del SOFIA previstas para la primavera de 2019. En ese momento, también se pondrá a disposición este activo de la investigación para su uso por la comunidad astronómica más grande.

"Hirmes ayudará a los investigadores a determinar la ubicación de las materias primas que son los componentes básicos de la vida y cómo su posición dentro del medio interestelar ayuda a los sistemas planetarios, como nuestro propio sistema solar, evolucionando" --ha explicado el científico del programa SOFIA de la NASA en Washington, Hashima Hasan-- Hirmes se basa en la larga historia del diseño de instrumento superior de Moseley. Se incluyen entre sus muchos logros es el desarrollo de las matrices de microobturadores para espectrómetro de infrarrojo cercano del telescopio espacial Webb de James".

El espectrómetro Hirmes está optimizado para detectar el oxígeno atómico neutro, agua, así como moléculas de hidrógeno en longitudes de onda infrarrojas entre 28 y 112 micras (una micra es una millonésima parte de un metro). Estas longitudes de onda son clave para determinar cómo el vapor de agua, el hielo y el oxígeno se combinan en diferentes momentos durante la formación del planeta, y permitirán nuevas observaciones de cómo estos elementos se combinan con el polvo para formar la masa que podría algún día convertirse en un planeta.

Hirmes proporcionará a los científicos una oportunidad única para estudiar este aspecto de la formación planetaria, ya que SOFIA es actualmente el único observatorio de la NASA capaz de acceder a estas longitudes de onda del infrarrojo medio.

Las longitudes de onda infrarrojas entre 28 y 112 micras no alcanzarán los telescopios terrestres, sin embargo, Sofía es capaz de acceder a esta parte del espectro electromagnético al volar entre 39.000 pies y 45.000 pies, por encima de más del 99 por ciento de este vapor de agua. La NASA prevé solicitar propuestas para la cuarta generación a bordo del SOFIA en 2017.

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