ep maria fernandez
María FernándezSALVADOR PULIDO

MADRID, 14 (CHANCE)

María Fernández es la autora de "El pequeño libro que hará grande tu vida", un libro de autoayuda, tras leer este libro podría cambiar tu manera de ver la vida. Te darás el permiso de brillar y volar mucho más alto de lo que hubieras imaginado, de tener esa vida que tanto anhelabas, más plena y rica. Desde esa perspectiva podrás, así, enriquecer la vida de otros y dejar finalmente tu huella. María Fernández te invita a ser consciente de que sólo tienes una oportunidad y ésta se llama "vida", y te reta a preguntarte qué quieres hacer con ella.

Hemos podido hablar con María para que nos cuente sus ideas al escribir el libro, y el porqué de muchas de esas ideas que se plasman en dicho libro.

CHANCE: La gente con la que has tratado, ejemplos de superación y de ser súper felices, ¿han conseguido serlo siempre? ¿No tienen un momento de bajón?

María Fernández: No conozco a nadie que "esté siempre bien", pero sí conozco a gente resiliente. Es decir, que su estado natural es la felicidad o el bienestar emocional, y que cuando atraviesan un momento duro, pasan el duelo, acogen su aprendizaje y se recuperan rápido.

La gente más interesante que conozco son personas que, habiéndolo pasado mal, se convierten en seres sabios, resilientes, fuertes y con una gran capacidad de relativizar.

La idea principal es usar nuestras adversidades como propulsoras de un mayor crecimiento.

CH: ¿Para ser feliz hay que pasar un poco de todo, despreocuparte de todo?

M.F: No. Esa es una idea europea de que la felicidad sabe a ingenuidad. La felicidad consiste en tener un estado de quietud, paz interior, amor y sobre todo gratitud.

Lo que pasa es que, desde ese estado mágico, todo se ve desde otro prisma. Dejas de preocuparte de las cosas, para ocuparte de ellas. Y te ocupas desde la confianza absoluta de que vas a dar tu 100% para resolverlas.

El optimismo no es bueno porque ahora esté de moda. Hay un tipo de optimismo que es productivo, que tiene que ver con la fe y la confianza de que las cosas saldrán bien porque tu te encargarás de ello.

Así que, la felicidad no es pasar de todo. Es saber identificar un obstáculo y desde la tranquilidad y la confianza ¡abordarlo!Y si no sale, busca el aprendizaje y "a otra cosa, mariposa". Lo dice muy bien esa frase de: "No es malo por tropezar con la piedra, lo malo es encariñarse con ella". ¡Hay que seguir caminando!Pero hay gente que es una auténtica adicta a los problemas. Les hace obtener la atención de los demás y les hace creer que su vida es más "intensa" por tener más problemas - autogenerados-.

CH: ¿Cómo aplicarse tu libro en el día a día?

M.F: "El pequeño libro que hará grande tu vida" te invita a hacer tres cosas:

1. A vivir una vida auténtica y en coherencia con tus valores.

2. A tener unas relaciones personales fructíferas y unos lazos verdaderos.

3. A superarte. La sensación de progreso es lo que no mantiene vivos y la que hace que nos demos cuenta de que ¡somos seres extraordinarios!

En "El pequeño libro que hará grande tu vida" encontrarás preguntas y ejercicios prácticos para que puedas materializar todo lo aprendido.

Precisamente lo que diferencia este libro a otros libros de desarrollo personal es que éste no te deja que bajes la guardia.

CH: ¿Se puede cambiar realmente a una persona que es negativa?

M.F: ¡Claro! La cuestión es que quiera cambiar. Me reitero en que el ser pesimista ofrece un beneficio oculto, una contrapartida.

No olvidemos que las personas eligen -inconscientemente- sostener ciertas emociones. Si alguien es pesimista es porque en el fondo gana algo con ello. Puede ser evitar falsas expectativas y por tanto no sufrir en un futuro, puede ser que esa consciencia de que las cosas no van a salir bien le obligue a dar más de sí o a esforzarse más, o simplemente puede ser una forma de rebeldía social.

CH: ¿Cómo se aplica tu libro o esta actitud cuando tienes una personalidad totalmente diferente a lo que tú propones?

M.F: Tenemos tendencias naturales, pero también somos moldeables. Una persona puede cambiar lo que quiera siempre que su compromiso hacia ese cambio sea firme y no obtenga un beneficio claro por ser como es.

CH: ¿Y qué hay para los que piensan que esto se les hace bola porque es una utopía?

M.F: Que muy probablemente no mejorarán su vida como querrían.La utopía es necesaria (por no decir imprescindible). La utopía es como el horizonte. Nos sirve como guía, como norte para seguir caminando, avanzando, y creciendo. Les Brown dice: "Apunta a la luna, si fallas al menos estarás entre las estrellas". No se trata de llegar a la utopía, sino de mejorar y crecer mientras la perseguimos.

CH: ¿Por qué hay que evitar la palabra fracaso del diccionario?, ¿No es algo que te debe pasar para aprender en la vida?

M.F: La palabra "fracaso" tiene una connotación apocalíptica, de "no solución" y de punto y final. Es una palabra que hace que no nos tratemos con benevolencia. - Como la palabra culpa, que es acusadora y deberíamos empezar a sustituirla por "responsabilidad"-. En vez de "fracaso" prefiero llamarle "error". El error es mucho más esperanzador. Tiene una connotación de "caso aislado", algo que ha salido mal, pero que no desencadena el fin del mundo ni supone una letra escarlata para el resto de nuestros días.

El error es un punto y aparte. Sólo una mancha en un mar de posibilidades. Pero, sobre todo, es un escalón para el aprendizaje. Solemos aprender más de las experiencias negativas que de las positivas. Por eso hemos de apreciar el aprendizaje como la compensación de dicho error. Para mí el único "fracaso" que existe es el de algo que nunca se empieza.

CH: Mucha gente puede pensar que no es realista, y que esto sería verlo todo de color de rosa.

M.F: Tengo dos puntos a señalar:

Uno: El realismo no es productivo. El realismo nos lleva a que todo siga como siempre. Con el realismo no habría innovación, no habría arte, no habría genios.

Dos: Alguien dijo que "La vida es demasiado seria como para tomársela en serio". Desagraciadamente en el mundo hay cosas horrorosas y hay desastres, pero mientras que eso no nos suceda, por favor vivamos lo mejor posible. Vivamos desde la gratitud y la consciencia de lo afortunados que somos a veces.

En el ser humano conviven dos tipos de "problemas". Los reales y los autogenerados. Si ves la vida de "color de rosa", el segundo tipo de problemas ya han desaparecido. Y los primeros han menguado.

En la frase "vivir la vida de color de rosa" hay un cierto matiz de ingenuidad o de inconsciencia. Yo no hablo de eso. En el mundo hay cosas muy duras. Yo hablo de pensar y decidir desde el amor, la fe y la plena confianza en uno mismo. Y eso precisamente lo alcanzas cuando la vida te ha enseñado que, a veces, NO ES DE COLOR DE ROSA.

CH: ¿No crees que al final poner tantas expectativas en focalizar tu objetivo, pensar en positivo, al final hace que mucha gente lo deje porque llega un momento en el que piensa que no le funciona?

M.F: Has dado en el quid: "porque piensa que no le funciona". Cuando crees que algo no funciona es cuando deja de hacerte efecto. La sugestión es importante. Cuando se dice que "La Fe mueve montañas" es tal cual. Cuando tienes Fe hay muy pocas cosas inalcanzables. Pero tener fe no significa simplemente "creer", significa vivir en la energía de eso que anhelas. Sentir en este momento lo que sentirías cuando lo obtuvieras.

¿Porque la gente se cura con los placebos? Porque le mandan una orden al cuerpo para que se cure. Con nuestras metas pasa lo mismo. Nuestra cabeza alinea la realidad, - e incluso cambia las circunstancias-, acorde a nuestra Fe y a nuestras creencias. ¡Eso es fantástico! Saber que podemos hacerle esa trampa a nuestra cabeza y manejarla cómo queramos.

Y es que, en el fondo nuestra mente está a nuestras órdenes. Sólo tenemos que saber cogerle las riendas y que ella no lo haga con nosotros y nos juegue malas pasadas.

contador