• La legislación no obliga a contratar un seguro específico para las piscinas comunitarias
  • Las piscinas producen distintos gastos a lo largo del año que pueden suponer entre 8.700 y 27.600 euros anuales a la comunidad de vecinos
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Agua de piscina.EUROPA PRESS

Queda menos de un mes para que sea oficialmente verano. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), es probable que se alcancen temperaturas superiores a las normales en toda España, por lo que muchos buscarán huir de él en las playas o piscinas. Una gran parte de estas últimas, sobre todo en ciudades como Madrid y Barcelona, serán comunitarias, y abrirlas de acuerdo a la legislación puede suponer a sus usuarios un coste de entre 8.700 y 27.600 euros al año, dependiendo de distintos factores.

Las normas que regulan las distintas condiciones que deben cumplir las piscinas comunitarias dependen de cada Comunidad Autónoma, es decir, cada una cuenta con una legislación diferente, e incluso pueden ser concretadas por ordenanzas municipales. Por ejemplo, dependiendo de cada autonomía, será obligatorio o no que haya socorristas para poder abrir la piscina.

Pero tal y como recuerda la compañía de seguros Mapfre, sí existen unos requisitos mínimos para que una piscina comunitaria pueda ser abierta, entre ellos que la altura del vaso no puede superar los tres metros, y en el caso de piscinas infantiles, debe ser inferior a 0,60 metros; no puede haber zonas para lavar los pies; el suelo alrededor de la piscina debe ser antideslizante y tiene que haber un mínimo de dos duchas, además de aseos o vestuarios y un botiquín.

El horario de apertura de la piscina, sus condiciones de uso y el aforo máximo debe estar perfectamente visible para los vecinos de la comunidad

Cabe indicar también que la comunidad de vecinos debe colocar la normativa interna, relativa al horario de apertura, las condiciones de uso de la piscina y el aforo máximo, en un lugar perfectamente visible dentro de las zonas comunes.

COBERTURAS DEL SEGURO "A MEDIDA"

La Ley de Propiedad Horizontal no obliga a las comunidades de vecinos a contratar un seguro específico para las piscinas comunitarias, ni si quiera uno que cubra posibles responsabilidades civiles si una persona resulta dañada o lesionada en el área de la piscina. Pero si los vecinos deciden contratar uno, el precio puede variar en función de muchos factores, según explica Mapfre, como el año de construcción de la piscina o la Comunidad Autónoma donde se encuentra, entre otros.

También cabe tener en cuenta que para aquellas comunidades de más de 40 años, la entidad aseguradora siempre deberá asignar un perito que elabore un informe favorable. Esto, en cambio, no será necesario en las comunidades que tengan una antigüedad inferior a la indicada.

El precio de un seguro para una piscina comunitaria puede oscilar entre los 400 y 15.000 euros

Además, el coste del seguro de la piscina también depende de las coberturas que la comunidad desee que este tenga. Por ejemplo, los vecinos pueden escoger, o no, una responsabilidad civil con o sin franquicia, o la cobertura de posibles averías de la maquinaria o daños eléctricos, entre otras posibilidades. De esta forma, tal y como declara Javier Prior Rodríguez, responsable de comunicación de la aseguradora, se puede escoger un seguro "a medida" para la piscina de la comunidad.

Como consecuencia, en el caso de contratar el seguro con esta compañía, su precio puede oscilar entre los 400 y 15.000 euros. Es decir, según las coberturas que escoja la comunidad de vecinos, su precio puede suponer una diferencia de 14.600 euros. Además, frecuentemente este es pagado, al igual que el resto de gastos que produzca la piscina, por todos los vecinos que componen la comunidad, independientemente de que cada uno de ellos haga uso de ella, a no ser que ser que los estatutos de la comunidad vecinal contemplen otra cosa.

GASTOS DE MANTENIMIENTO, DE CONSERVACIÓN, DE REPARACIÓN Y NO PLANIFICADOS

A un posible seguro, una comunidad de vecinos debe sumar los costes de los distintos gastos que puede producir una piscina. En primer lugar, aparte del evidente gasto en agua que depende del tamaño de la piscina, entre otras cosas, se encuentran aquellos dirigidos al mantenimiento de esta durante el verano. Estos pueden variar entre los 150 y 400 euros mensuales, según Manuel Porras Blanco, responsable de comunicación de la empresa de mantenimiento y socorristas Neopiscinas. E incluso este rango puede ser superado.

Además, según Porras, las labores de conservación y reparación básica de la piscina tienen un coste de unos 150 euros al mes. Aunque realmente su precio depende de "múltiples factores", ya que son trabajos complementarios que se llevan a cabo después de la época estival. Un ejemplo de este tipo de gasto es la sustitución de la fibra de vidrio que recubre el vaso de la piscina: es algo que se debe hacer en un periodo de entre 10 y 15 años, con el fin de "evitar fisuras, grietas y deformaciones estructurales que puedan causar algún siniestro o problema".

A todo ello hay que sumarle los gastos no planificados que "afecten a elementos vitales para el funcionamiento de las instalaciones" de la piscina, señala Porras, como la reparación de problemas en las depuradores o filtros de arena. Este tipo de gastos, que están condicionados por "el tipo y número de elementos a reparar, la marca, la calidad y materiales empleados", entre otros, pueden suponer entre 700 y 1.000 euros a las comunidades vecinales.

Asimismo, en autonomías como la Comunidad de Madrid, donde la presencia de un socorrista es obligatoria desde que se abren hasta que se cierran las instalaciones, este puede suponer unos 4.000 o 5.000 euros por los cerca de cuatro meses que dura la época de piscina, según Neopiscinas.

BAJADA DE PRECIOS PERO SIN RECORTE DE SERVICIOS

Durante los últimos años, todos estos números han ido "hacia abajo", según la empresa de mantenimiento y socorristas, ya que "se han reducido bastante los precios respecto a lo que se venía cobrando hace ya un tiempo". Esto se debe, por un lado, al aumento de la competencia en este mercado y, por otro, a la crisis económica.

La mayoría de gastos no se recortan porque son necesarios para poder abrir la piscina de manera lícita

Sin embargo, las comunidades de vecinos no han recortado estos gastos a pesar de la crisis. Según explica Porras, a "nivel servicios" todos los costes son necesarios porque, por ejemplo, "el mantenimiento del agua se tiene que llevar a cabo sí o sí". Aunque lo que sí se ha hecho en los últimos años para bajar la facturación por la piscina en las comunidades vecinales es reducir las temporadas de baño, pasando de cuatro tres meses, por ejemplo.

En el caso de la Comunidad de Madrid, todas las condiciones del mantenimiento y estado que las piscinas deben cumplir para poder abrirse en verano legalmente están contempladas, sobre todo, en el Decreto 80/1998, de 14 de mayo, por el que se regulan las condiciones higiénico-sanitarias de piscinas de uso colectivo.

En cambio, Manuel Porras defiende que se debería hacer más hincapié en la obligación de hacer reformas y reparaciones integrales para poder abrir las piscinas, además de plasmar de alguna manera "todas aquellas normas básicas de convivencia, ética y moral que muchas veces pasan por al alto" entre los vecinos de una comunidad. Y es que la inadecuación a las "normas básicas y obligatorias de salubridad" puede provocar un aumento en el coste que ya supone de por sí la piscina a la comunidad.

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