MADRID, 7 (EUROPA PRESS)

En los últimos años se ha incrementado en un 8 por ciento los alumnos que teniendo el carné de conducir y todos los puntos vuelven a la autoescuela para dar clases prácticas pues llevan un largo periodo sin ponerse a los mandos de un vehículo, según destaca un estudio elaborado por Formaster, Asociación Española de Formadores en Seguridad Vial.

En el informe de apunta que son cuatro son los perfiles de estos alumnos que vuelven a la autoescuela, para recibir clases de repaso o "refresco". Por un lado, el 52 por ciento son mujeres de más de 55 años que teniendo el carné de conducir nunca se habían puesto al volante pues siempre lo hacía su pareja y ahora, por motivos familiares, son ellas las que deben conducir.

Le siguen, con un 27 por ciento, personas de entre 45 y 52 años que viven en pequeñas localidades y que ahora por motivos laborales necesitan el vehículo para trabajar; mientras que con el 18 por ciento, están los jóvenes de entre 28 y 35 años que se sacaron el carné de conducir a los 18 ó 20 años y que es ahora cuando han podido comprarse un coche.

Finalmente están con un 3 por ciento aquellos que padecen amaxofobia, miedo o fobia a conducir por motivos psicológicos debido a un accidente o trauma al volante.

HINCAPIÉ EN GLORIETAS Y CRUCES

Los cursos que ofrecen las autoescuelas a estos alumnos son sencillos y rápidos. Se les incluye tanto clases teóricas como prácticas. En la parte teórica se les enseña las nuevas normas de circulación, señales o límites de velocidad. Mientras que en la parte práctica lo importante es que el alumno vuelva a coger confianza en el vehículo y pierda el miedo al tráfico.

Los formadores apuntan que, además, se hace hincapié en las glorietas e intersecciones, en la soltura de los mandos, como es el juego de marchas y pedales, en que conozca las medidas al coche y rectificar la distancia lateral en adelantamientos o en calles estrechas y en una de las maniobras que más les cuesta y cuya destreza es de lo que primero se olvida, el aparcamiento.

En la mayoría de los casos la práctica se realiza en el propio vehículo del alumno, ya que como posee carné de conducir no es necesario el doble mando y es mejor para el alumno, pues practica con su propio vehículo y se siente más cómodo.

"Es muy peligroso que una persona que no ha conducido después de un largo periodo de tiempo se vuelva a poner al volante por si sólo. Para ello están las autoescuelas y los formadores de Seguridad Vial para ayudarle y corregir esos defectos y miedos", ha explicado el presidente de Formaster, Anselmo Murado.

A su juicio, la sociedad ve, cada vez más, a la autoescuela como un centro de formación y de ayuda y no sólo como la academia a la que se va una vez en la vida para sacarse el carné de conducir. "Nuestra labor está en ayudar a jóvenes, trabajadores, ancianos o cualquier ciudadano que lo necesite en todos los campos de la formación en Seguridad Vial", ha concluido.

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